Ayer terminé  otro curso de masaje infantil de los que imparto en la zona donde vivo.

Siempre que se acaba un curso hay esa mezcla de alegría porque ves familias con más recursos para fortalecer la relación con sus bebés y algo de nostalgia porque durante 5 semanas  hemos compartido un rato juntos, aprendiendo, practicando, debatiendo…

Este curso además ha sido especial para mí, pues ha sido el primero que imparto con mi hija. En ese sentido he tenido que compaginar mi labor como monitora del grupo y como madre de mi bebé…  espero haber sabido hacerlo bien 🙂

Confío que en breve que sean los propios padres que han asistido a uno de estos cursos los que os cuenten sus impresiones y valoración para que os hagáis una idea de qué son y para qué les ha servido.

Por cierto… que aunque en la foto veis solo a mamás… al curso asistieron también algunos papás. Para ellos este momento es más especial si cabe, pues la madre ha ido forjando una relación de tacto con el bebé desde el comienzo, llevándolo dentro, pero el padre empieza después… y esta es una herramienta de comunicación magnífica para ellos. Y los bebés disfrutan del tacto de papá, diferente al de mamá. Siempre que podáis, intentad asistid la pareja porque además eso enriquece al grupo. Las intervenciones de los padres son muy valiosas y el punto de vista paterno a veces no se tiene en cuenta en los temas que solemos tratar en el curso. En este espacio los padres pueden también compartir su punto de vista y sentirse escuchados.

Gracias a todas las familias que me permiten dedicarme a hacer algo tan bonito y satisfactorio.

Fijáos si estaba feliz que Virginia, la fotógrafa «oficial» del grupo nos sacó así de guapas y contentas…

 

PD: Abierto el plazo de inscripción próximo curso (abril 2012)