Ayer le contaba a un amigo que tengo un sueño desde niña, de esos imposibles, que es tener un aparato para parar el tiempo. Se dice que casi todos los sueños se pueden conseguir pero este, estaréis de acuerdo conmigo, sí es de los que entra sin lugar a dudas en la categoría de imposibles.
Como el tiempo es algo limitado, tremendamente valioso, de hecho es de lo que está hecha la vida ¿no?: de tiempo, pues haríamos bien todos en analizar cómo lo usamos y si a veces lo perdemos en cosas que realmente no lo merecen. Merece la pena encontrar ideas para optimizarlo.
Si todas las personas nos quejamos de la falta de tiempo, ser madre lo acentúa. Y no hablo de las tareas de más que surgen, sino de la necesidad que tienen nuestros hijos de estar con nosotras, de verdad. No solo compartir un espacio físico y temporal, sino de dedicarles tiempo a ellos como personas: amamantarles, jugar, mirarles, hablar, escuchar, aprender juntos, compartir actividades… A veces yo me analizo y veo que estamos juntos sin estar juntos y creo que es importante que nos demos cuenta cuando eso pasa y tomar algunas medidas para que no se nos vaya el tiempo en cosas que realmente no son necesarias, para poder optimizarlo.
Estas son algunas de las cosas que a mí me funcionan y de donde le robo tiempo al tiempo para optimizar mi uso de él. Mis «trucos» para optimizar el tiempo.
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1- No acumular tareas de mantenimiento de la casa.
Parece una tontería porque yo me crié en una casa en la que todo se hacía el sábado. Pero los días de maratones de limpieza y lavadoras son agotadores y desanimadores.
Un poco cada día y mantener el orden.
No acumular ropa sucia (se pierde luego más tiempo en buscar qué ponerse que lo que tardas en tender una lavadora).
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2- Compras por internet.
Hacer la compra es una de esas cosas ineludibles en las que gastamos mucho tiempo. No solo el tiempo real de la compra, es mucho más. Hay que coger coche, gasto de gasolina, aparcar, buscar por tiendas o por largos pasillos, hacer colas. Si hablamos de comprar ropa y/o zapatos la cosa empeora. A veces pasamos una tarde entera para comprar un par de prendas de ropa. Eso por no hablar de lo poco que les gusta a los niños ir de tiendas y probarse ropa.La alternativa de las tiendas on line nos facilitan mucho la vida. Yo misma soy empresaria y tengo una tienda on line de portabebés y me consta que muchas de las compras me las hacen madres los domingos y festivos, sobre todo por las noches. Las tiendas on line no cerramos nunca 😉 . Y ofrecemos las mismas garantías al consumidor que cualquier comercio físico ( a veces incluso más)
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3- Apaga la TV
Hace casi 2 años decidí apagar la TV y no es casualidad que desde entonces haya conseguido poner en marcha proyectos nuevos. Creo sinceramente que la TV es el mayor come tiempo que tenemos dentro de las casas. A veces la ponemos por costumbre de tener ruido de fondo, pero aún así nos distrae. Yo si estoy sola y quiero «compañía», como ahora mientras escribo, pongo música. :-
Si quiero ver una serie o una película en algún momento dado las veo por internet ahorrando el tiempo de la publicidad. Y de ese modo si decido parar porque tengo sueño o me surge algo, la puedo retomar cuando quiero.
Sobre todo evitamos el síndrome de «mecomoloquemeechen» en el que es fácil caer a veces cuando estamos sentados frente a ella, que parece que nos va a abducir como a la niña de Poltergeist.
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4-Aprovecha cuando ellos duermen.
Cuando eres madre y trabajas aprendes a hacer varias cosas a la vez, pero es necesario tener algunas horas de concentración para según qué cosas. Aprovecha si un día tus hijos salen con el padre u otra persona, y si no, cuando duermen.
Algunas personas madrugan antes de que los hijos se despierten y aprovechan para trabajar, yo lo hago de noche por varios motivos.
Primero porque en general soy noctámbula, pero principalmente porque es el rato en que mi hija no me suele reclamar.
Temprano por la mañana es el momento en que si me muevo de la cama su sensor se dispara y se despierta.
Así que en mi caso aprovecho más las primeras horas de sueño nocturno de ella. (El mayor ya no se despierta…. sí chicas… ese día llega aunque ahora os parezca que no 😉 )Mira cuándo te cunde a ti más, y cuándo es el mejor momento para aprovechar al máximo ese rato de soledad bien aprovechado.
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5-Delega o subcontrata
Tenemos una tendencia natural a pensar que nadie hace las cosas como nosotras. Y eso lo aplicamos en casa y en nuestros trabajos o emprendimientos. Si nuestros hijos se hacen la cama y dejan el edredón doblado vamos detrás a recolocarlo, si nuestra pareja dobla las toallas y vemos que las esquinas sobresalen, vamos nosotras y las volvemos a doblar a «nuestra manera». Dejando aparte lo descorazonador que es eso para el otro, y que no contribuye a que todos en la familia colaboren a mantener el hogar , es un gasto de tiempo inútil. ¡¡¡Deshacemos algo hecho para volverlo a hacer!!!
Tenemos que delegar. No hay otro modo de sacar tiempo. Y si una actividad no es lo nuestro, lo sabio es subcontratar.
A veces no compensa dedicar horas o días a una actividad que no controlamos, cuando un profesional tardaría solo lo necesario. El tiempo que no malgastamos intentando encontrar el modo de hacer algo puede ser mucho más productivo dedicándolo a lo que sí sabemos hacer y que nos genera beneficios.
Ademas hay quien tiene la teoría del «flujo de dinero», o sea que si pagas, cobras. O sea que aparte de optimizar el tiempo, contribuimos a generar riqueza, de otros y para nosotros ♥
Estas son algunas de las cosas que yo hago.
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