Hola a todas las mamás y papás de este maravilloso blog.
Quisiera compartir con vosotros mi experiencia como madre respecto a la lactancia materna. Mi historia comienza así:
El 12 de agosto de 2009 a las 10:25 h. de la mañana nació mi hijo Lucas. Disfruté muchísimo de mi embarazo, me sentí bella, me sentí especial.
La idea de amamantar a Lucas era una ilusión tremenda y como novata, me preguntaba si yo podría dar el pecho. ¡Tantas opiniones y comentarios había oído! ¡ Qué poco sabemos de la lactancia materna! ¡ Qué contradictorio es a veces el ser humano!
Pensaba (en el caso de que pudiera hacerlo) que sería hasta que yo quisiera y mi intención era por lo menos dar el pecho durante dos años. En ningún momento pensé que Lucas pudiera decir: ¡Ya no quiero más teta! Cual fue mi sorpresa, cuando unos días antes de cumplir 10 meses dijo que hasta aquí habíamos llegado. ¡Qué caos! ¡Qué vorágine de sentimientos! ¡De buscar causas! ¡De encontrar respuestas! ¿Había hecho algo mal? ¡Cuántas y cuántas preguntas me he hecho a mi misma!
Busqué ayuda, apliqué algunas técnicas y juegos para que Lucas mamara, hablé con otras mamás, con profesionales, con el grupo de Apoyo a la Lactancia de la ciudad donde vivo y gracias a todos, me ayudaron a superar la soledad y el vacío tan grande que sentía. Quizás Lucas ya no iba a volver con su teta, pero entendí que como madre era una privilegiada.
Lucas tuvo una lactancia materna exclusiva de 6 meses y 4 días. Es un bebé que desde que le introduje la alimentación ha comido como un campeón. ¡Le encantan las comiditas de mamá!, pescado, carne, legumbres, fruta…
Ahora ya soy capaz de mirarle a los ojos y decirle: “Gracias mi niño por todos los momentos maravillosos que hemos compartido pegaditos el uno con el otro”, hasta hace poco, me inundaba un sentimiento tan fuerte que no sabría explicar, lo único que hacía era llorar. Sería mi pena.
Conseguí sacarme leche con el sacaleches manual hasta que Lucas cumplió el año. Su rica papilla de cereales con leche de mamá es su gran desayuno. Mi recompensa: verlo crecer feliz y seguir disfrutándolo como lo he hecho desde el primer día.
Pensar que uno de los alimentos que toma es mi propia leche, me hace sentir bien. Ahora también toma leche de vaca, pero sobre todo leche de avena que le encanta.
Por desgracia aún sigo escuchando comentarios despectivos en torno a mi situación:
- ¿Para qué le sigues dando pecho? …si ya no sirve para nada.
- Qué exagerada, ponerse malito se va a poner aunque se la des.
- ¡Qué sacrificio! Dale biberón que lo alimenta más.
- Etc., etc., etc.
¿Por qué he de sentirme juzgada, criticada?
¿Por qué le ponemos puertas al campo?
¿Por qué no aprendemos?
¿Por qué en esto de la lactancia materna hay tanta ignorancia?
Quizás porque las grandes marcas lavan conciencias haciéndonos creer que con sus leches tendremos hermosos bebés, y bien, como alternativa es estupendo, pero como norma para mí no lo es.
Quizá porque económica y comercialmente, los bebés lactantes de pecho no son buenos consumidores.
Ahora Lucas tiene ya catorce meses y a finales de agosto decidí comprar un sacaleches eléctrico: ¡mi brazo estaba agotado!
Sigo sacándome leche tres veces al día. Evidentemente la extracción no es igual que la que pueda hacer Lucas, pero como alternativa y como complemento a su alimentación es ideal. Si algún día no he podido sacarme lo suficiente le añado un poquito de leche de avena y ¡todo solucionado!
Escribir mi historia y recordar esos momentos, me ha servido de terapia. Espero animar a aquellas mamás que hayan pasado o estén pasando por una situación similar a la mía: “Tener pleno convencimiento de lo que haces, te hace sentirte segura ante la adversidad”
Aún recuerdo las llamadas “crisis de crecimiento”. A los cinco meses pensaba que ya no podía continuar con la lactancia exclusiva. Tuve grietas, y las burbujitas, que yo las llamaba “las burbujitas de amor”, ¡dolían muchísimo!, pero una vez solucionábamos la postura para amamantar, todo iba sobre ruedas. Siempre recordaré la frase de una matrona: “amamantar no duele, es gozar. Si duele, es porque algo no se está haciendo bien”.
Hay una imagen que se me viene a menudo a la cabeza, y es cuando Lucas mamaba y se quedaba dormido en plena toma. La boca se le abría y dejaba caer la lechecita. ¡Qué imagen tan linda! Ahora, cuando estoy con mi sacaleches, visualizo esa imagen que me encanta y que me ayuda para extraer la leche.
Para finalizar quiero dar un beso fuerte a todas las mamás y papás que estáis en el hospital con vuestros pequeños. ¡Sois unos campeones!
A ti Nohemí porque aunque tenemos un mar de por medio, eres tan cercana…
Gracias mi amor por decirme: ¡mamá guapa!
Gracias a mi marido por ser cómplice de mi historia, de nuestra historia. Por darme en cada momento lo que necesito, por amarme tanto…
Eres el papá más divertido y lindo del mundo.
Se me quedan muchos detalles de esta historia. Aún así, espero haber transmitido lo suficiente para entender simplemente, que la naturaleza dota a la mujer de este privilegio y que la oportunidad que se nos brinda como madres es única. Escuchad a vuestro corazón, a vuestro instinto, a vuestros bebés. Dejad que ellos decidan. Alejad los prejuicios y normas impuestas que llevan al fracaso.
Yo sigo escuchando a mi corazón y para mí, la mejor opción es seguir con la lactancia diferida. ¿Hasta cuándo? No quiero metas.
Mañana Lucas desayunará su papilla con “leche de teta de mamá” y eso basta.
¡Buen provecho cariño!
Zoraida
Yo tuve mil problemas con la teta en nuestros inicios, hace tres años y 4 meses que nació mi hija mayor. Una hipogalactia que aún no se sabe de dónde vino (yo lo sospecho, pero vete a saber) nos hizo tener que suplementar cuando Dunia tenía apenas un mes. No llegué a tener grietas, pero si ingurgitaciones, principios de mastitis, tomas interminables… Intentábamos relactar, ir reduciendo la cantidad de leche de fórmula, y cuando parecía que lo habíamos logrado, zas! crisis de crecimiento y otra vez a empezar… No sabéis la de momentos de angustia que pasé con mi bebé llorando porque tenía hambre y no salía nada del pecho, mientras mi marido preparaba el relactado con leche artificial. Pasé casi un año y medio relactando, pues aunque Dunia comenzó a comer sólidos, hacía muchas tomas de teta y por la noche y por la mañana, pedía biberón para acabar de saciarse, porque no llegaba. Toda esta dificultad me llevó a emprender un viaje personal en busca de respuestas. No había algo físico que justificara aquella falta de leche, así que busqué en mi interior. Un día, no hizo falta más. Hoy sigue mamando junto a su hermana Ariel que tiene cinco meses y medio. Una vez, cuando Dunia tenía 8 meses hablando con otra mamá le comenté que todavía tomaba teta y me contestó «uy, qué suerte! es lo mejor. Yo no le pude dar, porque no tenía leche.» La que no tenía leche era yo, y mira, aquí seguimos, gracias a mi marido que me apoyó en todo momento, a mucha gente que me ha apoyado en este camino, a Helena Herrero que vino a mi casa a festejar el puerperio, y unos buenos genes que tengo, de cabezonería, je, je. Un abrazo a todas!
Qué bonita historia! Me ha sorprendido gratamente eso que tu llamas «lactancia diferida». No había conocido a nadie que cuando el bebé ya no quería mamar siguiera sacándose la leche para seguirlo alimentando. Me parece maravilloso. Eres una mujer muy valiente y coherente.
Yo actualmente tengo el «problema» contrario. Mi gordo (el cuarto hijo) es a quien más he lactado, ya llevamos 2 años y dos meses y es «adicto» a la teta; a veces pide tanto que realmente me pone los nervios de punta y no se le ven ganas de dejarla. Sigue siendo muy hermoso lactarlo cuando los dos queremos, pero cuando luego de estar prendido media hora todavía quiera seguir…. ay! yo ya estoy «mamada» jejeje
qué hermoso texto pero más aún, bellísima experiencia. Aunque por cuestiones laborales no puedo amamantar a Samuel durante todo el día, los momentos en los que puedo hacerlo son únicos e irrepetibles. Me encanta leer y acercarme a este tipo de experiencias en medio de todo un mar mediático y consumista que promueve el consumo de la leche de fórmula, es difícil sostenerse en este contexto.
Y qué bueno encontrar personas como Nohemí, tan preocupadas y tan propositivas frente al tema, definitivamente no es casuel encontrarnos todas en este espacio,
gracias Zoraida por tu generosidad al compartir tu experiencia y definitivamente…gracias a Nohemí por permitirnos este encuentro…
Angela Y Samuel
Tengo una amiga que tuvo un destete espontáneo similar. Sé que fue muy duro para ella. Que bonito que aún así continúes con tu sacrificio eléctrico cada día!! Sé lo que eso significa. Cuando me sacaba leche para mis hijos me llevaba sus fotografías y pensaba… igual que tú Mónica en ese hermosísimo momento en que saciados, completamente dormidos y en el paraiso de nuestros hijos: nuestros brazos abrían su boquita y veía caer esas pequeñas gotas de leche.
Precioso… gracias por compartirlo.
hola. yo tengo dos nenas, la de seis años solo le di teta 28 dias por no saberla colocar y cuando aprendí las candidas me invadieron el pezón y el dolor era insufrible. lo dejé y encima tenia que trabajar desde el primer mes de ser mami … cosas de ser autónoma jejeje.
mi segunda nena casi va a hacer seis meses.. lactancia total gracias a mi teson y ganas, a mi comadrona tere y a mi querida doula vicky. estoy disfrutando aunque estoy en soledad; vivo en un pueblo de casi cinco mil habitantes y no se ve ni una teta por ninguna parte… de repente hay muchos bebes recien nacidos pues este pueblo ha crecido gracias a la natalidad pero de teta nada de nada. Además porteo a mi nena con fular y eso ya es impensable aquí… debo recordar que estoy en un pueblo a 25 km de barcelona, increíble verdad? Me siento sola porque no tengo mamas con quien compartir lactancia y su experiencia. me desahoga escribir en un blog donde me siento leída. gracias por ello. quiero decir que mis dos nenas nacieron en casa , fué parto natural . genial! besos
Hola Yolanda:
Gracias por contarnos tu historia 🙂
y sí… muchas hemos encontrado en la comunidad virtual lo que hemos echado a faltar en la comunidad física donde vivimos… aunque no desesperes… cuando yo empecé con los portabebés tampoco los usaba nadie donde vivo… y ahora ya somos muchas… ya sabes… el ejemplo vende mucho 😉
Y con la teta… pues ayudamos a quien quiere y lo necesita… y mientras… intentamos ir sembrando información veraz para que las nuevas mamás escojan con verdadera libertad.
Un beso
Bonita carta, Zoraida. La lactancia es difícil, sí … por lo menos para mí lo fué, pero estaba y estoy tan convencida de que iba a darle pecho hasta que ella dijera «basta ya» que me ayudó a no abandonar y a buscar soluciones a los problemas que iban surgiendo.
El otro día leí en un suplemento de un periódico que los grupos feministas decían sobre la LACTANCIA que era un recurso que se estaba utilizando para volver a la mujer a «SU CASA» y para retirarla del mercado laboral … QUÉ DISPARATE !! y eso que era un grupo feminista … INCREIBLE, así cómo vamos a llegar a buen puerto, tenemos trabas por todas partes, desde el momento del nacimiento, a los pediatras que te «aconsejan» que le «ayudes» con biberón, a la vecina que te dice que se queda con hambre, a la amiga que te «aconseja» que mires más por tí y no estés tan esclavizada … en fín, un montón de ESTUPIDECES con mayúsculas.
Un beso y felicidades por tu maternidad.
Zoraida, qué bella experiencia. Me ha encantado también el comentario de Mónica. Sois un ejemplo de tesón y voluntad. Muchas, muchas felicidades!
Es algo que merece tantísimo la pena. Tanto!
Hola Nohemí y a todas las mamis que habéis leído mi historia. Soy Zoraida, la mamá de Lucas. Gracias a este blog es la primera vez que me siento tan arropada en este tema. Gracias a todas por vuestros piropos y comentarios. Es un placer encontrar a mamás con ideas afines a las tuyas. Y es una pena que con tanta modernidad no se valore lo suficiente la lactancia materna. Como digo en el texto:»el ser humano a veces es muy contradictorio» Enhorabuena a todas las mamás que seguís lactando. Un abrazo fuerte para todas.
Mamá guapa y papá precioso. Sois dos grandes personas y como siempre, me habéis emocionado. Mi experiencia fue muy problemática y no pude darle el pecho a ninguna de mis hijas (quizá no fui tan valiente…), no sabía como actuar y no conseguí encontrar la forma de hacerlo.
Es admirable que sigas adelante y que luches de esa forma por lo que crees.
Un beso fuerte de Sara, María y Dori.
Hola Dori! Que lindo!, tu si que me has emocionado. Qué sorpresa! Gracias por tu cariño, sabes que os queremos muchísimo. Sara y María no tomaron teta, pero tienen a una mamá muy grande, y eso es un privilegio. Besitos de papá, mamá y Lucas. Os queremos.
Mi querida Zoraida e Israel, que bonito!!, Estoy segura de que cuando vuestro hijo diga eso de que …. como la comida de mi madre no hay nada mejor……será una verdad como un castillo!! Lo mejor de todo es cuanto lo estais disfrutando y no hay nada mejor que compartir lo bueno de la vida con los demás. Muchas gracias por seguir en nuestro camino y dejarnos participar de él. Muchos BESOS de nuestra familia para la vuestra!!
¡Hola Carmina, mil gracias preciosa! Compartir mi maternidad con vosotros es un lujo, siempre aprendo algo. Aún tengo en la mesita de noche el libro de la lactancia que me regalaste. Sois unos padres ejemplares, unís el amor, la paciencia y el buen humor hasta en los momentos más duros. Papá Jesús y mamá Carmina: PARA QUITARSE EL SOMBRERO. Os queremos.
Buenas noches Nohemí y a todas la mamás! Os escribo para compartir el nacimiento de mis sobrinos mellizos que ayer vinieron al mundo y que mi cuñada con mucha paciencia y amor está intentando que se agarren al pecho. Enhorabuena Ángel y Raquel. Por otro lado, a ver si me puedes ayudar. Mirando en el congelador he visto que tenía una bolsita de leche materna de mediados de julio, se la podría dar a Lucas? Respecto a las historias anteriores me gustaría dar un abrazo a Mónica y «a sus genes de cabezonería» menuda historia, y a Yolanda decirle que maravilla dar a luz en tu casa, que privilegio, disfruta mucho de tu lactancia. Qué hermoso poder hablar el mismo lenguaje, ¿verdad? Un abrazo para todas.
Pues tu experiencia es una muestra más de como la felicidad se busca y se encuentra. Asi de feliz será ese precioso niño que crecerá sabiendo disfrutar de la vida.
He tardado tanto en escribir porque me quedé tocadísima.Solo intentaba escribir y me venía la llantera. Creo que cualquier madre sabe muy bien lo que has sentido y las que somos un poco más mayores nos lo has hecho recordar. Yo ,desgraciadamente, no supe hacer respetar eso que tu has vivido y que debería ser un derecho para toda madre. Yo tuve que dejar a mis niños sin teta muy pronto, aunque ellos no querían y yo sentir eso que tu has sentido ,además del cargo de conciencia tan grande por haber tenido que dar prioridad al maldito trabajo. Yo siento que las circunstancias me robaron alogo que a ninguna madre debería robársele.
Piensa lo que has disfrutado,tanto Lucas como tu. Eso no te lo quitará nadie. Ahora sigue disfrutando porque vienen etapas tan preciosas como esa o más. Aunque no tendría que decirte nada porque seguro que lo harás. Tu si que sabes hacerlo. Besazos para los tres