Si preguntáis a los padres embarazad@s o recientes cuál es el consejo que más han recibido en lo que tiene que ver con el bebé, la mayoría os responderán lo mismo. A veces es el mismo consejo que ellos mismos dieron a otros padres antes en su situación. Lo dan igual personas con o sin hijos, jóvenes y mayores, madres y suegras…
¿Cuál será ese consejo que trasciende a pesar de las diferencias y pone a tanta gente de acuerdo??
¿Adivináis?
Pues sí… el típico de «No lo cojas que se (mal)acostumbra» (o malcría y todos sus derivados).
¿Será entonces esto una verdad universal dada la casi unanimidad que provoca?
Pues aunque lo parezca, no lo es y afortunadamente encontramos cada vez más libros, blogs, talleres, y profesionales varios dando argumentos que lo demuestran. En este blog tenéis mucho recopilado sobre ese tema en la categoría : «¿Es malo coger al bebé en brazos?».
Pero pensando en ello y sin necesidad de acudir a la neurobiología, resulta que la prueba más evidente del error de ese «consejo» está en las propias palabras usadas.
Se usa la expresión «acostumbrar» pensando en que si llevamos al bebé en brazos le vamos a crear un hábito (malo, por supuesto… de hecho a veces se le denomina directamente «vicio»). Como si el bebé al nacer fuera una hoja en blanco y fuese a partir del día del nacimiento cuando empezamos a escribir en ella implantando en nuestro hijo hábitos y costumbres.
Me imagino que esa idea viene de la costumbre (;-) ) de considerar al bebé como persona una vez que nace y no antes… De hecho,en nuestro país y con nuestras leyes, para ser considerado como tal, el bebé tiene que vivir 24 horas tras el nacimiento… :-(. Esta creencia tan sin sentido (sobre todo para los padres que han sufrido la muerte de su bebé antes de transcurrir ese tiempo) está tan anclada que se perpetúa, aun sin saberlo, cada vez que se celebra un cumpleaños. Porque solemos contar la vida del individuo desde el momento de su nacimiento, aunque en realidad, un bebé que nace lleva ya una larga andadura en el camino de la vida.
Es evidente que la mayoría de la gente no se plantea el tema de este modo… pero el trasfondo está ahí. En otras culturas se calcula la edad contando desde el inicio de la gestación… y en leyes tan antiguas como la Torá hebrea la pena de muerte por asesinato (el ojo por ojo) también aplicaba si se causaba la muerte a un bebé nonato, equiparando el valor de esa vida a la de cualquier otra persona (Éxodo 21: 22, 23).
Cada vez más profesionales, con Michel Odent a la cabeza, investigan sobre la llamada «Etapa primal» que empieza en la gestación. Y nos cuentan cómo nuestras criaturas se ven afectadas por elementos y acontecimientos intra útero. Sabemos ahora que el bebé incluso «aprende» desde el vientre materno cómo es el mundo que le espera * (ver vídeo al final del artículo).
O sea que cuando un bebé nace ya tiene unos hábitos o costumbres adquiridas. No es un ordenador personal con la memoria vacía. Mucho antes del nacimiento su cerebro ya tiene gran cantidad de información almacenada y la mayoría de los mecanismos necesarios para vivir extra útero en marcha.
Así , quienes nos aconsejan que no los cojamos porque se acostumbran a los brazos lo que demuestran es, aparte de la extendida costumbre de dar consejos sin ser pedidos, una profunda ignorancia sobre los bebés y sus necesidades. Porque más bien es al contrario:
«No los soltamos que si no se desacostumbran»
Un bebé en continua compañía de su madre desde el principio de su existencia nace ya acostumbrado a ella, a su presencia, a su voz, a sus movimientos, y a sus emociones. Y espera seguir así por mucho tiempo, sobre todo teniendo en cuenta que ahora está en un medio totalmente hostil y desconocido. Su «costumbre» es ir donde va su madre, con ella. Llevarlo en brazos entonces no es sino una continuidad a lo que ya se hacía… No se va a acostumbrar… porque ya lo está.
Es esa cercanía la que les garantiza la supervivencia ( un bebé solo se muere) y la que le hace tener la suficiente autoestima para llegado el momento ir separándose de mamá. Unos pasos primero, unos metros después… unos segundos al principio… un rato más largo con el tiempo, unas horas…. y toda la vida cuando toca. Ese es el proceso normal. No vamos a acelerarlo por cortarlo de raíz, más bien al contrario. Si por querer comer el fruto antes, corto el árbol… me quedo sin fruto y sin árbol…
Sin embargo sí sucede al revés… bebés que al nacer no son cogidos, ni mecidos ni acunados. Mantenidos estáticos en cunas, hamacas y demás artefactos o transportados y mecidos fuera del seno materno, éstos, a base de negarles lo solicitado, sí llegan a acostumbrarse a estar solos, a entretenerse solos, a dormir solos, incluso a comer solos. Esos bebés son los mal-criados, porque criar así es criar mal. Porque criar a una criatura (valga la redundancia) es cuidar de ella en su totalidad, holísticamente, atendiendo sus necesidades y particularidades, no solo es alimentarla y mantenerla seca y caliente. Si no proveemos a nuestros hijos aquéllo que necesitan y esperan recibir (incluído el contacto continuo) estamos mal-criando.
Son estos bebés cuyos padres nos cuentan orgullosos lo «buenos» que son porque no lloran, ni piden brazos, ni reclaman atención. Que «pueden pasarse horas enteras entretenidos solos» nos cuentan sonriendo … como esperando que digamos: «qué bien lo has hecho»... Seguro que hay bebés que vienen así «de fábrica»… pero lamentablemente no todos los bebés tranquilos son tranquilos… muchos son bebés resignados. Resignados a ocupar, no su lugar por derecho… el de su costumbre, el que ha de ser, sino otro preparado aparte. Bebés a los que de tanto decirles lo buenos que son por no pedir que se les coja acaban creyendo que sí, que para ser buenos y aceptados y despertar la sonrisa de mamá y el aplauso de la vecina y la pediatra hay que ser no-demandante. Y ellos, nuestros hijos, obedientes y deseosos de complacernos como nadie, se convierten en eso… en bebés «buenos».
Lo que sucede es que lo que hacemos con ellos en este periodo les marcará de por vida. La forma en que responden en la primera infancia será su patrón primario en la edad adulta. Y ese bebé que no se quejaba ni lloraba ni pedía brazos, que se conformaba con las migajas de contacto y compañía que se le quería dar puede convertirse en una joven cuyo novio maltrata, o en el empleado del que todo jefe abusa. Entonces, si somos los padres de estas personas no nos hará tanta gracia su no-demanda, su conformarse con lo que le dan aunque sea mucho menos del mínimo exigible. Porque la realidad es que lo que valoramos en un bebé no nos gusta tanto en un adulto.
¿Suena radical? Seguro que sí. Pero solo hay que preguntarse por qué adultos que conocemos preparados, capaces y valiosos tienen tan poca autoestima. Y si estos adultos acuden a un profesional para solventar sus problemas de inseguridad, os aseguro que no le van a preguntar por cómo les trata su novio o su jefe. Porque esa es la consecuncia no la causa. La causa está en los orígenes de la formación de la personalidad, en cómo ha aprendido ese individuo a ver la vida, si desde el plano de persona importante, escuchada, complacida y aceptada o desde el rol de sumiso sometido. Por eso todo el que se adentra en un tabajo personal de superación de traumas y/o conflictos acaba teniendo que remontarse a cómo fue criado.
Para los que somos adultos hoy , criados como lo fuimos ( con toda la buena fe del mundo pero seguramente con menos brazos de los que necesitábamos), solo nos queda saber que a pesar de todo, el ser humano tiene una capacidad de cambio y superación que puede hacernos remontar casi cualquier cosa :lo que se llama resiliencia.
Pero en lo que respecta a nuestros hijos, estamos a tiempo de ponérselo más fácil. De hacerles ver el mundo desde una mejor perspectiva, dándole más herramientas para ser felices y menos para curar traumas.
Así que a partir de ahora cuando alguien nos diga la frasecita de marras….Respondamos con la otra:
«No, no lo suelto que si no se desacostumbra»
Más info relacionada:
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=stngBN4hp14]
Enlace al vídeo con subtítulos en español y transcripción del texto
- «El cerebro del bebé» Sue GErhardt
- «La paz en el mundo empieza en el vientre de la madre» Evânia Reichert
- «La química del apego» Linda F. Palmer
- «Estrés en la infancia» Linda F. Palmer
- Entrevista a Boris Cyrulnik from Quindrop on Vimeo.
[vimeo http://www.vimeo.com/14062317 w=400&h=225]
Entrevista a Boris Cyrulnik. Neurólogo, psiquiatra y psicoanalista. Profesor en la Universidad de Var y responsable del grupo de investigación de psicología clínica en el hospital de Toulon, en Francia. Autor del libro “Los patitos feos” y experto en el fenómeno de la resiliencia.
Genial Noemí, me lo guardo para cuando tenga que contraatacar con información y vuelva a escuchar lo de «este niño está enmadrado» y chorradas por el estilo… uf, qué cansino! Gracias bonita!
Sí, yo también estoy harta de presentar a mi bebé y que la gente me pregunte: «¿Y es bueno?»…
Porque, ¿a qué se refieren? A eso precisamente: a que si demanda o no demanda, a que si llora o no llora. Si un niño llora, ¿eso le hace malo? ¿No será que está incómodo por alguna razón? ¿No será que yo misma lo estoy? (hablando de la famosa «sombra» de L. Gutman) ¿Qué es lo que pasa?
¿Qué significa ser bueno? ¿No quejarse cuando algo está mal? ¿Estamos equiparando la sumisión con la bondad?
Como si los bebés lloraran por capricho, venga…
A veces contesto: «Sí, es bueno, como TODOS los bebés.» Y se me quedan mirando con sorpresa, desconfianza, incomprensión o se creen que estoy de broma.
El instinto, algo tan primario, nos hace saber que nuestro bebé necesita mimos, brazos, amor. Y que se acostumbren! 😉
Yo a una señora en la calle le dije una vez que «lo lleváis tanto en el cochecito que luego se acostumbran y no quieren andar». Y se quedó pensando la señora. Me quedé más a gusto…
Me ha encantado el post, muy cierto… a todos nos han dicho eso de no le cojas que se va a acostumbrar… a lo que yo siempre conteste ¿Y qué? si mi hij@ quiere estar en brazos en brazos estará, si lo pide es porque lo necesita, nuestros bebés crecen y ya no serán más bebés ¿por qué negarles ese mimo y necesidad?
Me encanta Nohemi. A mi muchas veces me dijeron lo mismo. Yo siempre decía que era una crueldad tener a mi niño 9 meses meses dentro de mi para que al nacer, cuando por primera vez siente frío, miedo, abandonarlo en una cuna para que no se «acostumbre» a su mamá, la persona a la que más conoce. Yo no creo que haya malcriado a mi niño. Todo lo contrario, es un niño muy cariñoso que todos los días me dice TE QUIERO.
Me dio mucho que pensar algo que leí hace poco: el niño que llora, uno se calla porque es consolado… otro se calla del cansancio de llorar porque sabe que nadie acudirá… qué triste. No creemos una sociedad así.
Certero artículo, Nohemí… que se acostumbren a todo lo bueno que podamos darles, para eso somos madres.
A propósito de este tema escribí hace unos meses un post bastante irónico (de lo harta que estaba esos días de tanta gente metiche). Lo comparto contigo: http://cuandounomasunosontres.blogspot.com/2011/09/no-que-se-acostumbra.html.
Besos
una vez más, «chapeau, amiga!»
muy cierto lo de las costumbres: mi niña, ya en el útero siempre que haciamos ecografias salía con las manos tapándole la cara, y al nacer, aún con 6 meses que tiene hoy, pone la misma pose para dormir
Si hicieramos caso a todos, nos volveriamos locas, aun recuerdo un día que desde un balcon, una señora me dijo que la niña se me iba a costipar, que la tapara (en agosto!)
Y lo de acostumbrarlos, pues eso, que mientras pueda la llevare en brazos, me encanta!!! por cierto, preciosa foto
Muy buen buenos comentarios llenos cada uno de diferentes detalles
Sencillamente GENIAL
Pues justo eso le digo yo a las mamis cuando ellas te preguntan si es malo cogerlo tanto. Aconsejamos que cojan a su bebé, precisamente para eso, para que no se desacostumbren.
Gracias, Nohemí.
que buen post nohemi…cuanta razones!!
mis hijas ines y gaia desde que nacieron no han conocido ni cuna, ni carro ni hamaca….solo mis brazos y mis fulares!!
son muy mal acostumbrada!!el vizio en este caso fuè el mio..y ademas repetido!!
jejejejej
Hola, me gusto mucho la nota. Justo ayer unos familiares me estuvieron dando cátedra sobre cómo debo criar a mi hijo. Me han dicho de todo hasta que mi hijo está tan acostumbrado a estar en brazos que por eso no gatea (aclaro que tiene 4 meses y medio). Que los suyos como lo dejaban solos ya a los cinco meses rodaban por el suelo y gateaban como soldados. La verdad a veces me siento tan cansada que ni ganas me dá de decirles que es lo que pienso. Lo único que realmente quiero es que me dejen criar a mi hijo como yo quiero, después de todos ellos lo crian como ellos quieren. Lo que noto también es que si uno no hace lo que ellos te dicen lo toman como un ataque a su forma de criar y en realidad son ellos lo que atacan y critican la nuestra.
Gracias porque notas como esta me ayuda a seguir mi norte a la hora de criar a mi hijo.
jejje, me rio porque mi hija quiere suelo todo el rato y ahora soy yo la que se desconsuela!!! pero es cierto, todo el mundo, incluido los que no tienen hijos me han dicho, la estás malacostumbrando, tiene mamitis…. claro como siempre la llevas en brazos…!!!!! es alentador ver este post, gracias!!!!
Nohe, qué gran artículo y con cuánta claridad lo has expresado. Esas creencias erróneas están tan, pero tan arraigadas, y tantas veces escuché y sigo escuchando la dichosa fracesita, que a veces me siento como David contra Goliath. Para la próxima, les enviaré tu artículo. Gracias y un abrazo preciosa!
muy bueno! yo estoy convencida de que precisamente atender a los bebés como necesitan hacen que esos supuestos bebés «demandante» y «dependientes» se conviertan en niños «independientes» y en adultos independientes y seguros.
Muy bueno, opino igual, por cariño que no falte.
hahah pues al parecer seré el primer hombre en comentar en este post…. desde mi punto de vista hay carencia de fundamento científico por lo que creo que no es muy confiable si lo quieres analizar con dicho enfoque, pero me gustan mucho varios comentarios que hace respecto a tu decides como criar a tus hijos, yo personalmente no tengo, pero acabo de ser tío y mi cuñada carga mucho a su bebe, y yo fui una de las personas que pensó, ashhh lo va a malacostumbrar!!! soy culpable lo admito, pero también pensé, bueno que carajos me importa, es su bebe y que haga como mejor le plazca, ya después veremos que sale….. hay que recordar que no hay escuela para ser padres, y en mi opinión la razón es porque cada bebe es justamente como sus padres lo ven único y el mas hermoso del mundo…. muchas felicidades a todas las mamas que han comentado aquí pero con la única que concuerdo es Leila que al fin puede decir bueno pues es mi bebe yo le hago como quiero!!!!, yo creo que cada quien tienes y debe cometer sus propios errores y aprender de ellos…. En general me gusta la publicación pero creo que para hacer declaraciones científicas como las que se mencionan en repetidas situaciones se debe de leer mas de un libro o un artículo, sin embargo me gusto y me hizo olvidarme de la rutina y pensar en algo mas (GRACIAS POR ESO) y pues también ponerme un poco del lado de mi cuñada y no andar de metiche diciendo que lo esta haciendo mal…. al final que me importa a mi….. FELICIDADES a todas las mamás y disfruten a sus bebes….. un saludo!!!
Muy interesante el articulo!!!!!!!!coincido en que el amor , y la atencion del bebe son factores primordiales para su crianza, y para una adecuado desenvolvimiento del mismo en un futuro cuando sea adulto. Lo comprendi en su totalidad, y me encnanto, y me sirve para mi practica profesional.
No obstante, tengo algunas preguntas que surgieron: 1)como se hace para que el bebe o niño, no confundan toda esa atencion y dedicacion con permisividad, y desconozcan totalmente el limite?
2)Como hace una docente de jardin maternal para levantar, mecer etc etc a los nenes o nenas que tiene en su sala de lactarios cuando lloran todos al mismo tiempo?
3)El apego hacia los padres no provoca que algunos niños luego en la etapa adulta no sean capaces de tomar decisiones propias y sean totamente dependientes de sus padres?.
Muy bueno.
Gracias por el post. A ver si acabamos de una vez con el dichoso mito.
Además de por todo lo mencionado, a mí me ayudó también el tema de que el balanceo que supone llevarlos contigo le ayudaba a coger equilibrio una vez que empezara a andar.
Dice Vivian que nos hemos sentido y nos sentimos David contra Goliath!…y esto Vivian tambien hay que empezar a gestionarlo! 🙂
Sin duda el post de Nohe es una herramienta más para Mamás y Papás, empezando, con poca información o demasiada, y mucha mucha presión social.
No es más que un botón de muestra social, de cuando hacemos, pensamos o decimos ideas en torno a algo, en minoría. Quizá tambien debemos aceptar que el este o el oeste de la curva de Gauss es tambien un lugar normal. ¿o no?
Desde mi visión de como padre, pareja y psicólogo (aunque lo dejo en último lugar 🙂 ), me parece que es un aspecto central y esencial de la construcción de vínculos, de relaciones sociales de cualquier tipo el tema de la «piel». El organo más sensible del cuerpo humano, ese que delata antes que nadie cualquier confrontación emocional interna, ese al que damos cremitas para quitar urticarias, sin preguntarnos porque.
En agosto de este año, me pidieron una conferencia para el 1º congreso de embarazo y crianza en la red. Allí hablamos de la «quimica de la piel» como un vértice de la crianza con apego. El colecho, la lactancia y por supuesto el porteo, cargarlos, abrazarlos, etc…etc. giran en torno a esto.
Muchas sabeis q me dedico a dar clases para adultos, mi tema por excelencia es la comunicación emocional. Pongo las manos en el fuego que salvo contadisimas exepciones, lo que tengo en mi aula fueron niños con poca piel, poco cargados y abrazados. Y hoy son adultos jefes que quieren dirigir personas sin ordeno y mando y no saben y no pueden. Y hoy son adultos frustrados y profesionales limitados…y lo que más me duele…son padres y madres con Estivilli y supernanny «guiandoles» y sumandose al ejercito del » se te va acostumbrar»…
Nohe, felicidades por el post. Hace falta, es necesario.
Yo tambien uso una frase, cuando me pasa (los míos tienen 3 y 4 ya…lo escucho menos, aunque aún duermen con nosotros y no veas que nervioso esta el mundo a mi alrededor!). Lo digo en la conferencia que os comentaba…
Si te dicen que se te va acostumbrar…diles…¡¡¡OJALÁ!!!!
En mi caso no es broma, es la conciencia plena de hacerlo para que para ellos, el contacto fisico, la piel del otro, el abrazo contendedor sea un hábito…
Besos mil a todas…y todos si hay alguno, de los que criais contraculturalmente, pese a todo y a todos.
Un abrazo
Alejandro (perdonar la extensión…ufff)
Sólo decir que es un excelente post. Muy bien expuesto.
Me gustó mucho este post. Quiero comentarles mi experiencia como padre: Tuve el placer de dormir con mi hija-bebé sobre mi cuerpo durante 7 meses, por razones de salud (tuvo que utilizar una prótesis). ¡Fue una experiencia única y maravillosa!
Hola! me encantò!!! mi beba no tenia 24hs y la enfermera me decia: «mucho brazo»» jajaja pobre hija si le hubiera hecho caso a esa señora. me encanta alzarla, me encanta mimarla, me encanta dormir la sieta con ella en mi pecho, aunque ya no quiere, hace poco paso a su cuarto, ni un problema, super segura y feliz, cuando ella llama, mami va la mima, la alza, le da el pecho y se duerme tranquila y còmoda!!! No hay nada como los brazos los padres!!!
Yo he dormido con mi bebé 7 meses, lactancia hasta los 11, no lloró sin recibir respuesta, le abrazo, le mimo todo lo que puedo, mi hijo mayor con cinco años alguna vez se cuela en nuestra cama y estoy encantada cuando lo hace. Por favor, los niños y los bebés son mamíferos, dejemonos de tonterías.
Es lo que más quiero en el mundo, ¿cómo no les mimo? Y si me dejan hasta los treinta, lo haré.
Gracias Mónica por tu comentario ♥
Soy madre de un nene de 1 año y dos semanas y siempre que me acerco a este blog (lo descubrí estando embarazada) pienso lo mismo, Nohemí habla con demasiada ligereza de ciertas cosas es como sí tuviera la verdad absoluta en la mano. Me parece muy bien su opinión pero las alusiones científicas resultan poco rigurosas. Practico la crianza natural, la lactancia y el apego con mi bebé y creo que el Amor es suficiente argumento para todas esas personas que hablan del»se te va a acostumbrar».
Hola Yatula:
En muchas cosas no me creo en posesión de la verdad absoluta… de hecho con el tiempo me replanteo más cosas que antes tenía como muy firmes. Para mi , si has visto sobre todo algunos de los últimos video blogs, el respeto a las personas prima por encima de lo que yo creo. Por otro lado cuando dices que las alusiones científicas no son rigurosas… pues es que no soy médico ni científico, pero te aseguro que cuando cito algo en ese sentido es porque me he informado bastante más que la mayoría que sigue cierta pauta sin plantearse el cómo o el por qué.
Si me dices a qué alusiones te refieres te puedo mandar bibliografía para que compares.
De todos modos, es un blog personal, como dije no hace mucho, no es la Biblia ni yo soy una especie de profetisa de nada.
Siento si a veces os parece que hablo con ligereza de algunas cosas, pero como en la vida, a veces estamos profundos y a veces más superficiales.
En cualquier caso me alegra que te acerques a este espacio y que me compartas tu opinión. Las críticas siempre son bienvenidas si son respetuosas. Y sí, yo creo que el Amor es el bálsamo fundamental e infalible… en todos sus matices.
Un abrazo