El control temprano de los esfínteres

© copyright 2011 Laurie Boucke (usado con permiso expreso de la autora)

¿Has pensado alguna vez sobre cómo se enseñaba a ir al baño a los bebés antes de que hubiera pañales? Hay una creciente cantidad de madres que siguen un sistema tradicional mediante el cual son sus bebés quienes indican cuándo quieren usar el inodoro o orinal, un sistema que madres de todo el mundo han estado utilizando durante muchos siglos.

Es importante enfatizar desde el principio que la idea es trabajar con bebés (no con niños pequeños, sino bebés) para conseguir que dejen el pañal. La edad ideal para empezar se sitúa entre el nacimiento y los 4 ó 5 meses de vida.

No hay ningún término que describa este sistema completamente, ya que el bebé puede no usar pañales, con lo que el concepto “dejar el pañal” no tiene sentido, y la idea de aprender a usar el orinal tampoco, pues todavía no puede sentarse en él. El proceso está más relacionado con el trabajo en equipo (tu bebé y tú) y la intercomunicación, que con un mero aprendizaje. En otras palabras, en realidad estamos hablando de comunicación y de respuestas a unas señales, y tiene muy poco que ver con lo que normalmente llamamos “aprendizaje”. La comunicación es la clave para conectar con tu bebé acerca de sus necesidades fisiológicas.

Tal vez, la característica más peculiar de este método es que los padres acostumbran a trabajar con el bebé incluso antes de que pueda sentarse. En lugar de iniciar el aprendizaje del uso del inodoro cuando comienzan a andar, los padres deben considerar este método durante el embarazo o las primeras semanas o meses tras el parto.

Me refiero a este método como “uso del orinal en infantes” y “entrenamiento para el uso del orinal para infantes”. Otros términos incluyen “comunicación de la eliminación” o “CE” y “trickle treat» (el título de mi primer libro sobre este tema, fuera de circulación). Esta página le dará los principios básicos, y si quiere conocer más, puede consultar cualquiera de mis dos libros o el DVD sobre el tema:

  • Infant Potty Training: A Gentle and Primeval Method Adapted to Modern Living (380 páginas), el libro más completo disponible.
  • Infant Potty Basics: With or Without Diapers, the Natural Way (110 páginas), una versión abreviada para familias frugales o que viven en el extranjero.
  • Potty Whispering: The Gentle Art of Infant Potty Training (juego de 2- DVDs con un folleto)

La edición en español del libro estará disponible en 2012

Filosofía

¡Los bebés son más inteligentes de lo que pensamos! El gran error que la gente comete es suponer que un bebé recién nacido es inconsciente de sus necesidades fisiológicas. Suponemos que un bebé es incapaz de aprender a ir al baño porque son pequeños y no coordinan bien, y también porque no saben andar o hablar. Un bebé está indefenso ante tantas cosas que es difícil para los adultos de una sociedad occidental imaginar que un ser tan pequeño pueda saber de orinar o defecar. Es incluso más difícil para nosotros creer que un bebé tiene cierto control sobre ello. Con estas ideas preconcebidas y estrechas, animamos y enseñamos a nuestros bebés a ignorar los pañales mojados o sucios. En poco tiempo, les enseñamos a usar los pañales como un inodoro.

Un bebé normal y con buena salud es totalmente consciente de las funciones fisiológicas de eliminación de su cuerpo y puede aprender a responder a ellas desde muy pequeño. Utilizando pañales, le condicionamos y, entonces, le enseñamos a ir en ellos. Más adelante deberá desaprenderlo, y esto puede confundirle y ser la causa de una experiencia muy desagradable.

Un bebé hace todo lo que puede para comunicar esta conciencia de lo que le ocurre, pero, si no escuchamos, dejará de hacerlo y gradualmente perderá la conexión con sus funciones fisiológicas. Se le condiciona a no preocuparse y a aprender que queremos que use el pañal como inodoro.

El método del control temprano de los esfínteres no solamente se desconoce en los países occidentales, sino que además muchos lo consideran inadecuado. Con algunas excepciones, el control de los esfínteres se toma, por definición, como un inconveniente, sin importar como se lleve a cabo. Si se espera a que el niño decida por sí mismo cuándo está preparado para controlar sus esfínteres (a los 2, 3, 4 años o incluso mayor), estará ligado durante todo este tiempo a usar pañal, con el consiguiente gasto económico, ecológico y de tiempo empleado.

Los pañales, especialmente los desechables, son una manera temporal de tratar el tema. Intentamos atajar el problema de nuestros hijos con pañales, de la misma manera como temporalmente paramos el escape de agua de una cañería. ¿Cuántos padres han sopesado si esta es la opción más higiénica para el bebé? ¿Cuántos padres se han preocupado por el efecto de los pañales en el medio ambiente? ¿Cuántos estarían dispuestos a considerar una alternativa a los pañales?

¿Quién puede usar este método?

Los padres de los bebés, padres esperando, abuelos, canguros y cualquiera interesado en trabajar amorosa y pacientemente con un bebé son candidatos a usar este método para conseguir el control de los esfínteres a la edad más temprana posible. Se consigue mejor cuando uno de los padres está cuidando al bebé durante los primeros 1 ó 2 años de vida, y también con aquellos padres que trabajan pero tienen una persona al cuidado del bebé en la que pueden confiar, como un miembro de la familia, canguro o amiga.

¿Qué se necesita?

Tiempo, cuidado y paciencia. Si no se dispone de tales cualidades o de ayuda para conseguirlas, éste no es un método recomendado. Pero si el método te parece sensato, ¡adelante! No hará ningún daño y, si no funciona, siempre se puede volver al pañal a tiempo completo.

¿Cuándo empezar?

El momento ideal es entre el nacimiento y los 4-5 meses de vida. Durante este periodo hay una ventana de aprendizaje sensitivo.

¿Cuánto tarda?

En occidente, la media de edad al completarlo se sitúa alrededor de los 2 años, a pesar de que los bebés tienen un control de su eliminación bastante bueno muchos meses antes de completarlo.

¿Es seguro?

Por supuesto, siempre que los padres tengan claro como funciona. Los padres deben estar relajados y ser positivos acerca de trabajar con sus bebés. Muchos padres necesitan de mayores dosis de paciencia; observar y responder a las señales del bebé a tiempo donde sea posiblemente razonable; y proveer amor cuando sostienen a sus bebés. No es un sistema punitivo. Los castigos, los enfados y el control NO son parte de este método. Nótese que este método es distinto al duro sistema que se utilizaba en los países occidentales hasta los años 1950.

Pero, ¿Realmente funciona?

Si, pero no sin esfuerzo. El éxito no ocurre por sí mismo. Se necesita de al menos un adulto comprometido y varios meses de perseverancia para completarlo. Empezando desde el principio, hay recompensas diarias divertidas y excitantes para los dos, el bebé y su cuidadora. La comunicación del bebé es reconocida y alentada. Los padres se asombran del nivel de conciencia de su bebé y se emocionan cuando muestra señales y responde tan fácil y naturalmente.

¿Tiene que ir desnudo el bebé?

No tiene que ser una obligación. Muchos padres usan un pañal de tela o un pantalón de aprendizaje entre las visitas al baño, mientras otros prefieren dejar el culito del bebé al aire o casi desnudo. De hecho, es una cuestión de preferencias.

Un descubrimiento maravilloso (mi experiencia)

Mis primeros dos hijos siguieron el control de esfínteres tradicional. Cuando nació mi tercer hijo, me horrorizaba la idea de otro entrenamiento para usar el baño de manera convencional, lo que suponía años de pañales, y pensé en buscar otra manera mejor de llegar al mismo fin.

Aprendí las bases de una técnica alternativa cuando una señora nos visitó desde la India. Ella estaba horrorizada por la manera en que nosotros llevamos “el tema de los residuos” del bebé, y me explicó la manera en que hacían las cosas en su país. Me mostré muy escéptica cuando me dijo que no se necesitaba utilizar “las telas” en un bebé, excepto si estaba “enfermo del estómago”, con fiebre o si mojaba por las noches. Yo había estado en la India varias veces y había notado que las familias sacaban a sus hijos a orinar y hacer caca al campo, pero no había prestado atención. Como muchos otros, asumí erróneamente que “nosotros” no podíamos utilizar esa técnica.

Le supliqué a mi nueva amiga que me contara más y me enseñara a sostener a mi hijo para “hacerle ir”, lo que hizo sin ningún esfuerzo. Yo estaba hechizada mirándola como se comunicaba con mi minúsculo bebé de 3 meses, quien, instintivamente, supo lo que ella quería que él hiciera. Sólo puedo describir el intercambio y el entendimiento instantáneo que se produzco entre ellos – un extraño y un bebé – como un descubrimiento maravilloso.

He usado la técnica que ella demostró, ligeramente modificada y adaptada a nuestro estilo de vida, y la encontré muy superior al método para dejar el pañal que había usado. Desde el día que empecé a trabajar con mi hijo de 3 meses, apenas necesitó un pañal, ni de día ni de noche. Estuvo seco durante la mayor parte del día hasta los 19 meses y terminó todos los aspectos del llamado control de esfínteres a los 25 meses de edad.

Fuentes de información y puntos de vista

El método empieza con la preparación y puede ser considerado desde un aspecto racional y científico, desde un punto de vista intuitivo y espiritual, o desde una combinación de ambos, dependiendo de lo que funcione mejor en cada caso. La perspectiva racional implica el estudio del tiempo, y la observación de los patrones de eliminación y de las indicaciones físicas que el bebé muestra con su lenguaje corporal. La perspectiva más espiritual implica la intuición y la “conexión” con tu bebé de una manera mucho más sutil.

Recuerda, es un trabajo en equipo, algo que hacéis juntos a través de una comunicación muy estrecha y con confianza mutua. No es algo que estás haciendo a tu bebé y no es algo que él pueda hacer sin ti. Si tienes fuerza de voluntad y puedes, y tu bebé está sano, el bebé está listo para empezar.

El sistema está basado en la técnica de la enseñanza del control de la eliminación muy usada en Asia y el África Subsahariana. El método se ha adaptado a la vida occidental de varias maneras, incluyendo el uso de un lavabo, orinal, inodoro u otro contenedor; la variación de las posiciones para la eliminación; el uso parcial de la técnica; y, cuando se ha deseado, el uso temporal de pañales.

Sinopsis del Método

1. Observación

Tumba a tu bebé sin pañales en un lugar confortable, cálido y seguro, y observa:

  • a) el tiempo que se toma (durante cuánto tiempo y cuán a menudo necesita eliminar después de andar o comer)
  • b) el lenguaje del cuerpo (como retortijones o muecas cuando defeca)
  • c) sonidos (como gruñidos mientras hace caca)

También se puede hacer con una bandolera. De hecho, llevar a tu bebé es una de las mejores maneras para familiarizarse con los patrones y tiempos que necesita tu bebé para sus eliminaciones, ya que el contacto tan cercano lo facilita. Es especialmente adecuado en climas fríos o casas con una calefacción insuficiente. Algunas madres ponen a sus bebés desnudos en la bandolera, cargándolos piel con piel, lo que permite mantener al bebé en su temperatura perfecta. También se puede poner un pañal de tela debajo del bebé cuando esté en la bandolera. Incluso si el bebé lleva algo de ropa y/o un pañal sin protector impermeable, sabrás cuando necesita usar el baño.

2. Anticipación o Intuición

Anticípate. En el momento en que el bebé parezca necesitar ir al baño, haz un sonido relacionado con el agua, como “sssss”. Si el bebé empieza a orinar mientras le estás observando, inmediatamente haz el sonido “sssss”. En unos días, el bebé asociará el sonido con la eliminación.

3. Posición e Inodoro u Orinal

Cuando tú creas que tu bebé necesita ir al baño, sujétalo de forma suave y segura sobre el lugar preferido donde quieras que orine o defeque, y haz una señal sonora (“sssss” o el sonido que quieras). Tu bebé pronto asociará el sonido, la postura y el lugar con la eliminación. Utiliza el lugar y el receptáculo que sea más confortable y conveniente para los dos. Algunos lugares posibles son: la pila del lavabo, un bol de cocina, un cubo pequeño, un bidé o incluso el jardín. Bebés más mayorcitos ya pueden sentarse entre tus piernas en el inodoro.

4. Comunicación entre el bebé y la mamá

Desde ahora, presta mucha atención a las señales y al tiempo que necesite tu bebé para ir al baño. Cuando creas que tiene que ir, sostenlo en posición adecuada y hazle una señal. Si es casi el momento de ir, los bebés son capaces de relajar los músculos al recibir las señales.

¿Cómo sé que mi bebé necesita ir al baño?

Puedes saber cuando el bebé necesita eliminar sus desechos gracias a estas pistas:

  • El tiempo transcurrido tras la última deposición
  • Las señales y muecas (como lenguaje corporal y vocalización)
  • Patrones de eliminación (tras andar, tras comer, etc.)
  • Intuición e instinto

¿Cómo visto a mi bebé para obtener los mejores resultados?

Hay dos consideraciones principales que deben tenerse en cuenta:

  • Circunstancias individuales, como el clima, el estilo de vida, la salud y las presiones sociales.
  • El hecho de que cuantas menos capas de ropa lleve el bebé, más fácil será para ambos conectar el uno conel otro y aprender a comunicaros sobre los procesos de la eliminación. Es más fácil leer y responder al lenguaje corporal y a otras señales de un bebé que no va vestido, con el culito al aire o, al menos, fácilmente accesible. Llevar al bebé en una bandolera también ayuda, ya que hay más facilidad para la sincronización.

La situación ideal, aunque no es siempre posible, es que el bebé esté desnudo o casi desnudo. Si no es factible, intenta vestir al bebé con la menor cantidad de capas y usa ropa que sea fácil de quitar (sin botones, etc.)
Hay algunas maneras de vestir al bebé para poder tener un acceso rápido. Sé creativa y adáptate a cada situación y a las diferentes fases de desarrollo de tu bebé. Algunas madres prefieren coser su propia ropa para su bebé. Además de usar pañales como protección, aquí tenéis algunas sugerencias:

· ropa e implementos para todas las edades y tallas http://theecstore.com/
· Utiliza pantalones de aprendizaje que puedan adaptarse a las distintas medidas del bebé
·Para recién nacidos, usa mejor pijamas tipo saco de dormir que se cierran por las piernas
· Las camisetas largas o vestidos tienen una longitud ideal dependiendo de la movilidad del bebé
· Pantalones de algodón, toalla o lana con cintura elástica
· Pantalones «abiertos» chinos para bebé, disponibles en Mama Roo http://www.mamaroobabysling.com/newsite/MamaRooPants.html. Para pantalones chinos más discretos, más modestos, visite la página de internet www.mummysmilk.com

Ventajas del aprendizaje temprano

Los ganadores del aprendizaje son tres: el bebé, los padres y el medio ambiente. Las ventajas son las que siguen:

· Mejora el apego a través de la comunicación natural, cercanía y paciencia amorosa
· Responde a los tiempos y a la comunicación instintiva del bebé sobre sus necesidades
· Actúa directamente sobre la primera ventana del crecimiento (periodo sensitivo) para aprender a ir al baño
· Ayuda al medio ambiente preservando y salvando árboles, agua, petróleo y ahorrando residuos.
· Elimina o reduce drásticamente el uso de pañales
· Permite que los bebés tengan un control razonable sobre los 12-18 meses
· Los bebés tienen un control total sobre sus esfínteres a una edad relativamente temprana (24 meses)
· Libera a los bebés de pañales y todas sus asociaciones negativas (abultamiento entre las piernas, productos químicos, etc.)
· Evita el problema de la enuresis (mojar la cama)
· Previene el sarpullido del pañal
· Genera respeto higiénico por el bebé (no dejándolo que se haga sus necesidades encima)
· Elimina “accidentes” molestos en los bebés mayorcitos
· Permite que papá u otro miembro establezca una estrecha relación y comunicación con el bebé
· Ahorra mucho dinero en pañales y coladas
· Permite que los bebés sean más conscientes de sus propios cuerpos
· Reduce el riesgo de infecciones de tracto urinario


¿ Y si el bebé tiene más de 6 meses? ¿Es demasiado tarde?

Muchos padres han empezado a los 6, 9 o incluso a los 12 meses y les ha ido bien tras algunas modificaciones. Normalmente, es más difícil empezar con un bebé movidito al que se le ha enseñado a hacer sus necesidades en un pañal, o que usa pañales desechables y no asocia la sensación de humedad con la eliminación. Principalmente depende de vuestras convicciones. Si os parece razonable, si creéis que es lo mejor para vosotros y para vuestro bebé, y si a vuestro bebé sano le parece bien, ¡pues vale la pena probarlo! Siempre que no haya problemas en la vida familiar o en la salud, es muy bueno ser abierto y receptivo a la comunicación de las necesidades de eliminación de tu bebé.

Otro factor a considerar es que no hay una edad límite a partir de la cual todos los bebés pierden su conexión con las funciones de eliminación. Cada bebé es único y se desarrolla a su manera. Hay algunos padres que han aprendido sobre comunicación de la eliminación o que han empezado otros métodos cuando su bebé tenía entre 6 y 18 meses, 2 años o incluso mayores, y que se han sorprendido gratamente al encontrar que sus bebés estaban listos, receptivos y comunicativos sobre el tema a esa edad. De hecho, la ventana del aprendizaje parece mantenerse abierta y accesible para algunos bebés mayores. No importa la edad de tu bebé para empezar a aprender sobre la comunicación de la eliminación. Por regla general, se recomienda que los padres prueben este método durante unas semanas de una manera suave y amorosa, y luego consideren si quieren continuar o no.

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Soy Laurie Boucke y puedes enviarme un correo electrónico en inglés, francés u holandés: infantpotty@hotmail.com

© copyright 2011
Artículo reproducido  en Mimos y Teta  con el permiso expreso de la autora Laurie Boucke.

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