Entrevista a Rosa Jové publicada en «Bebés de Alta Demanda»
La psicóloga catalana Rosa Jové es conocida por su labor de investigación en el campo del sueño infantil, sobre todo después de la publicación del libro Dormir sin Lágrimas, en donde desmiente algunas creencias erróneas sobre el sueño de los niños, dando a conocer las alteraciones más frecuentes y ofreciendo soluciones alternativas a los métodos de adiestramiento para dormir.
Los bebés y niños de altas necesidades suelen presentar más dificultades para conciliar el sueño, para mantenerse dormidos y para relajarse durante el día. Por esta razón Bebés Alta Demanda ha entrevistado a Jové, para ayudar y dar respuesta a las dudas sobre el sueño de sus hijos a los padres de bebés muy nerviosos y a los que les cuesta más dormir.
Bebés Alta Demanda: El sueño es un proceso evolutivo pero ¿por qué un bebé puede dormir sin que lo despierte ni una tormenta desde recién nacido y en cambio hay otros que se despiertan con el crujir del parqué?
Rosa Jové: Esta situación se produce tanto en niños pequeños como en adultos. Entre los factores que influyen se encuentra primero el temperamento de cada uno. Hay gente que tiene un oído más fino y que al mínimo ruido exterior que oye se despierta. Sin embargo, además del temperamento, en los niños también influye la fase del sueño en la que se encuentran. Todos pensamos que cuando dormimos simplemente dormimos y ya está pero durante la noche vamos pasando por diferentes fases, en total hay cinco. A una de las fases le corresponde un sueño muy ligero, por ejemplo cuando nos dormimos delante del televisor y alguien te avisa “eh, que te estás durmiendo” y contestas que no es cierto que estabas viendo el programa. Por otra parte, también existe una fase de sueño muy profundo del cual es muy difícil que nos despierten. Sabiendo esto, si un bebé está en una fase de sueño ligero, el más leve ruido como el volar de una mosca le despertará, en cambio si se encuentra en una fase de sueño profundo no le despertarán ni los fuegos artificiales.
BBAD: ¿Por qué hay bebés y niños que tienen dificultades para relajarse durante el día y, en especial, antes de dormir?
R. J.: Los motivos son diversos. Uno de ellos es el nivel cognitivo de los niños. Se ha visto que los niños que tienen un nivel de cognición más alto, como los niños superdotados o con altas capacidades, captan más todo su entorno y durante el día están como más acelerados y les cuesta más relajarse. También los niños hipertónicos –los que tienen un sistema muscular muy fuerte- presentan más actividad y se relajan menos durante el día. Las causas de la dificultad para relajarse pueden ser muy variadas pero hay muy pocas de patológicas en un niño. Simplemente hay niños que son más movidos y otros, que se relajan con más facilidad y son más tranquilos, pero no hay ningún problema en ello.
BBAD: Mi hijo de 20 meses sigue despertándose por la noche entre cada 45 minutos y cada 2 horas. Además necesita de mí para volver a conciliar el sueño. En cambio, los demás niños de mi entorno duermen sin desvelarse durante 4 horas o más en la noche. ¿Son normales los multidespertares de mi hijo?
R. J.: El 54% de los niños de dos años todavía se despiertan por la noche. Entre 8 y 12 despertares en los niños de 20 meses pueden llegar a ser todos normales y no suponer ningún problema. También es cierto que ante un niño que se despierta, lo primero que hay que hacer es un buen diagnóstico y descartar alteraciones, como la apnea, que lo hicieran despertarse. Pero si el niño no presenta ninguna alteración puede ser todavía normal que se despierte tantas veces. Esto no quiere decir que no se pueda hacer nada para que se despierte menos. A base de relajarlo durante el día, por ejemplo, podría saltarse algún que otro despertar, pero nada más.
BBAD: Hay casos de bebés muy pequeños que no consiguen hacer siestas durante el día a pesar de intentar hacerlo acompañados de los padres. Algunos hacen microsiestas de 15-30 minutos. Esta situación les afecta pues suelen estar nerviosos y alterados la mayor parte del tiempo. ¿Peligra su salud? ¿Cómo podemos remediarlo?
R. J.: Esta situación que planteáis es parecida a la de la comida. Un niño al que se le deja comer cuando quiere no se morirá de hambre, lo mismo cuando a un niño se le permite dormir cuando quiere no se morirá de sueño. Los padres puede que sí pero los niños no.
Un niño que hace microsiestas puede estar perfectamente bien y sano si los padres, siempre que necesita una microsiesta, le dejan hacerla. El problema viene cuando el niño duerme en períodos cortos pero, como tienen que seguir algún ritmo (como el de la guardería, las compras… ), no pueden dormirlos y entonces van faltos de sueño. Si el niño puede hacer microsiestas, con ellas solucionas sus necesidades de sueño diurno y no representan ningún problema.
BBAD: Después de leer la tabla de horas de sueño estándar cada 24 horas (p. 82 de “Dormir sin lágrimas”) ¿Por qué unos bebés duermen muchas menos horas que otros? ¿Por qué no todos necesitan dormir lo mismo?
R. J.: No hay nadie que necesite dormir las mismas horas -nos pasa también a los adultos- igual que no necesitamos la misma cantidad de alimento unos que otros, ya que dependiendo del tipo de vida que llevemos necesitaremos comer una cosa u otra o más calorías o menos. Lo mismo pasa con el dormir, según el tipo de vida que llevemos, según nuestra personalidad y nuestro temperamento, necesitaremos más horas de sueño o menos. Si hacemos una media de las horas de sueño en los adultos suele salir entre 7-8 horas diarias. Evidentemente no hay adultos que necesiten dormir una y adultos que precisen dormir 20 horas al día. Pues en los niños pasa lo mismo, las tablas de sueño infantil reflejan una media, por esto entre un bebé y otro puede haber hasta tres o cuatro horas de diferencia, igual que pasa con los adultos. Hay a quien le basta con seis horas de sueño al día y a quien ocho le quedan muy cortas. Pero esto es algo inherente al ser humano. La cantidad de sueño que necesitamos es específica para cada uno.
BBAD: Si mi hijo gasta mucha energía durante el día porque es muy activo y dinámico, ¿por qué duerme tan pocas horas entonces? ¿no debería necesitar más horas de sueño?
R. J.: No. El cansancio físico lo único que hace es alargar la fase de sueño profundo, una fase que tiene lugar a principio de la noche, al cabo de una hora que el niño se ha acostado. El cansancio no influye en la duración del sueño que responde más a factores personales -intrínsecos de cada uno- que de necesidad. Hay personas que necesitan dormir más y otras que necesitan dormir menos. El cansancio físico lo único que provoca es una alteración del tipo de sueño pero por el cansancio no se va alargar nunca el sueño. Eso sí, puede que por cansancio físico (porque ha dormido menos o porque tiene retraso de sueño) un niño duerma un poco más en la noche, aunque esto a veces es contraproducente porque, a veces, lo que pasa es que duermen peor y están más irritables.
BBAD: Sé que mi hijo necesita dormir porque expresa sueño y cansancio pero está acelerado y malhumorado y no se puede calmar, además de negarse en redondo a dormir. Sé que le haría bien dormir un rato. ¿Le obligo a hacerlo?
R. J.: Cuando un niño ya está cansado y malhumorado es porque ya tenía sueño antes y ya está sobrepasado de sueño. La solución estaría en ponerlo a dormir antes, cuando tuviese poco sueño y cuando todavía estuviese descansado. En este sentido, los padres no deben intentar que sus hijos aguanten despiertos hasta la hora de dormir si están cansados puesto que puede que cuando el niño se acueste, ya esté sobrepasadísimo y entonces será tarea imposible dormirle. En el caso en que no sea posible, porque nos hemos despistado o por cualquier otra razón, entonces lo que hay que hacer es intentar relajar al niño. En lugar de ponerle a dormir, lograr que se calme antes, es decir, que él se de cuenta de que nuestra finalidad no es acostarle sino abrazarle, mecerle y tranquilizarle. Entonces, cuando está más tranquilo, le acostamos.
BBAD: ¿Un bebé o niño se despierta fatal de la siesta? ¿Por qué? ¿Qué pueden hacer sus cuidadores para evitar esta transición a la vigilia tan estresante?
R. J.: Esto es común en muchos niños como también lo es cuando se despiertan por la mañana llorando. En ocasiones, un mal despertar de la siesta se produce porque lo hacen en medio de un ciclo de sueño que todavía no ha terminado, por ejemplo cuando algo les ha despertado y todavía no era su hora o cuando no han dormido lo suficiente. Hay niños que suelen dormir dos horas de siesta y un día, por lo que sea, sólo pueden dormir una y se despiertan de malhumor. Lo único que hay que hacer es consolarlos y entender que no lo han pasado bien y darles a entender que no se repetirá.
Muchos adultos explican que si ellos duermen una hora de siesta se levantan de más malhumor que si duermen 20 minutos. Es la misma explicación que antes, los adultos hacemos ciclos de sueño de entre 60 y 90 minutos, si dormimos sólo 20 minutitos logramos descansar, en cambio si dormimos casi una hora, al no llegar a completar el ciclo y llegar a niveles más profundos de sueño –a pesar de haber dormido mucho-, nos despertamos de más malhumor.
BBAD: Por la noche cuando duerme, mi bebé es muy inquieto (se mueve mucho, da patadas, gira varias veces sobre sí mismo). ¿Logra descansar lo suficiente así? ¿Es este sueño reparador?
R. J.: Sí, el sueño es reparador aunque el niño se mueva. De hecho, hay alguna fase, como la del sueño profundo, en la que la mente está profundamente dormida pero el cuerpo se activa. Es normal que se muevan en la cama en estas fases. El hecho de moverse no implica que el sueño no sea reparador. Hay gente que se mueve más en la cama y otra que se mueve menos pero no tiene nada que ver con que se produzca o no un sueño reparador.
Bebés Alta Demanda
Más información: Dormir sin lágrimas de Rosa Jové; http://www.dormirsinlagrimas.com y http://www.dormirsinllorar.com/
Muchas gracias Nohemí, me ayuda mucho, es como si estuviera hablando de mi bebé.
Cuando uno lee cosas así que comparan a los bebés con los adultos es cuando te das cuenta de que es más normal de lo que parece, si mi padre se despierta por cualquier ruidito nadie se extraña, sólo es que es de «sueño ligero» y si es el bebé el que se despierta es un llorón, es mimoso (como si eso fuera malo), es un perreta…
Además de leer estas cosas que me ayudan mucho me dan ganas de leérselas a todos los que comentan sin tener ni idea.
Besos
Muchas gracias por compartir esta entrevista. He tenido de asistir a una conferencia de Rosa Jové y me encantó.