Algún día me gustaría hacer un experimento, de esos con cámara oculta, en cualquier hogar con niños para contabilizar cuántas veces oye un niño (sobre todo si ya gatea y/o camina) las palabras «no» y «cuidado». Aunque tampoco necesito salir fuera que yo misma me he visto usándolas sin parar. Y eso que para sufrimiento de la mayor parte de quienes me rodean soy una madre, digamos, «despreocupada».
Soy de las que dejó a su hijo pasar de comer teta a comer con las manos, sin triturados, sin redes antiahogo. De las que cuando iba al parque con él le dejaba tocar la tierra o llevársela a la boca, o comerse el trozo de pan una vez caído al suelo. De las que quitó las barreras de las escaleras muy pronto y dejaba a mi hijo subir y bajar solo por ellas desde que quiso hacerlo. De las que, siempre bajo supervisión, he dejado que mi hijo coja unas tijeras y un cuchillo. De las que tiene el patio de casa con los azulejos pintados de tiza y témpera a modo de pizarra gigante.
Como digo, todo esto ha causado más de una taquicardia entre los que observaban estas prácticas con una mirada mezcla de asombro y escándalo. Personas que me decían continuamente: «tu hijo está…. « y añadían a esa entradilla todo tipo de acciones : «…subiendo-bajando las escaleras», «…jugando con la tierra», «… subiendo por la parte deslizante del tobogán», «… comiendo pan (o una salchicha o una manzana o lo que sea que no fuera un potito o un zumo)», «…pintando en el patio con la mano», «…saltando del árbol, o banco o murito,» etc…
Me he cansado de repetir: «sí, lo sé. Gracias». ¿Se piensan que estoy ciega? ¿o directamente que soy una mala madre y en vez de decírmelo así directamente pues me dan una última oportunidad de redimirme con esos toques de atención?
Y yo me pregunto ¿no estamos coartando a los niños de demasiadas cosas?, ¿tienen ellos la culpa de vivir en casas pensadas para todo menos para albergar niños?. A veces creo que nuestros hogares son campos minados para niños (muebles pesados, vitrinas, enchufes, esquinas, cables, fuentes de calor, grifos, jarrones y figuritas delicadísimas, por no hablar de mascotas con sus comederos y areneros). Y si hemos decidido criarlos en ese entorno, ¿no será mejor dejarles un poco de libertad para que vayan conociendo el terreno y sepan desenvolverse en él?.
Por poner un ejemplo: en el grupo de apoyo a la lactancia al que suelo ir las madres que van habitualmente me han oído varias veces decir cuando surge el tema de la introducción de la alimentación complementaria y el miedo habitual de las madres al atragantamiento que tengo una teoría personal a la que llamo «Ley del Atragantamiento Infantil» y que reza así:
«El riesgo de un niño de atragantarse es directamente proporcional al miedo de su madre a que éste se atragante «
Pues mi teoría en ese campo yo la extrapolo al resto de peligros acechantes a nuestros hijos. Vivo en una casa de esas con muchas escaleras y mi hijo no se cayó por ellas hasta bien entrados los 3 años y pico. Curiosamente, como todos los niños del mundo, entre los 1 y 2 años se cayó constantemente por todos lados, pero nunca por las escaleras.
Sin llegar al extremo que Jean Liedloff pregona en su «El Concepto del Continuum», creo que con tanto «no» y tanto «Cuidado» lo que hacemos es o crear niños miedosos e inseguros o por el contrario conseguir que para nuestros hijos esas palabras no signifiquen nada.
Si digo «cuidado» a cada paso o acción de un bebé, cuando realmente quiera advertirle de un peligro real e inminente, ¿cómo haré para que reaccione?. Podría pasarnos como a pedro el de «Pedro y el Lobo», que de tanto mentir, cuando dijo la verdad nadie le creyó. Si nuestros hijos oyen «cuidado» cada vez que hacen algún movimiento: subirse o bajarse del sofá, coger su vasito, levantarse y caminar, etc., cosas para ellos sin peligro, cuando oigan: «cuidado» ante un peligro real, que se vayan hacia una carretera por ejemplo, ¿no pensarán: «ah! esa es la palabra que mamá y papá dicen cada vez que hago algo, no pasa nada nuevo» ?
Recordemos que de padres miedosos suelen salir hijos miedosos y no es sólo genética. Si queremos hijos con confianza en sí mismos tenemos que trabajar en ello desde muy pronto.
Queremos hijos buenos, sumisos y quietecitos, pero que de mayor tengan personalidad propia, que sean independientes y sepan luchar por sus derechos.
Pues me temo que la cosa no funciona así. Si reprimimos desde la infancia el deseo innato de los niños de explorar e investigar, de buscar los límites (la mayoría de las veces no los nuestros, sino los suyos propios), al final tendremos eso: personas sin confianza, manipulables, personas que tiendan a relacionarse desde el rol de sumisión.
Nosotros decidimos qué clase de hijos queremos decidiendo qué clase de padres somos.
Si hasta las empresas de publicidad se han dado cuenta…
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=Bl6aijlAJ9I]
Aprovecho el artículo para homenajear a Quino por usar a una niña «rebelde» para hacernos pensar en cómo somos como sociedad en general y como padres en particular:
Y luego los padres que hacen esas cosas, como te ven cogiendo al niño en brazos cada vez que lo necesita (o sea, cada vez que te lo pide), te preguntan si no estarás sobreprotegiendo al niño.
Muy bueno, muchas gracias. Un abrazo.
Buenísimo, Nohemi.
Yo también soy de las tuyas!!!
Recuerdo cuántas veces he tenido que decirle a mi suegra que los MIEDOS son suyos, y que no se los tiene que transmitir a la niña.
Curiosamente, a lso mismos que les molesta que des pecho a los 3 años, y que los cojas en brazos… «porque los sobreproteges», son los mismos que dicen NO y CUIDADO todo el tiempo… Las cosas al revés del peluquín, como he dicho por ahí también por algún post mío.
Besos!!!
-¿mamá que es mariguana?-. En otro contexto una madre hubiera gritado asustada ante una niña de casi 6 años que apenas aprende a leer que pregunta tal cosa, viene a colación porque con los niños grandes los no’es van hacia sus preguntas lo cual los puede hacer sentir descalificados o nos hacen parecer ignorantes -a los padres-, entonces quedamos en nada, ni siquiera ayudamos a aprender. Los padres de bebés del no y del cuidado, se volverán padres de niños que cuando pregunten una cosa «incomoda» responderán -¡¡Niño como se te ocurre de eso no se habla!!
Yo le respondí a mi hija con toda calma: -Es una planta, que se procesa y se hace una droga. -¿Qué es una droga? -Una sustancia que tiene efectos tanto buenos como dañinos para las personas. -¿Como el chocolate? .-Sí más o menos. -Ahhhh!!! -Pero hay drogas que hacen mucho daño y por eso no debemos probarlas. -Ahhhh! Gracias, mamá. -De nada.
Para no andarnos con no’es y cuidados, o con caras de asustados debemos prepararnos para no andar gritando: los químicos bajo llave, plantas sin veneno y por supuesto leer mucho para saber como responder las preguntas que nos llegan, y tal vez sacar algo de provecho. Por ahora yo me preparo para -¿Mamá que es gay? porque el tema del narco-trafico da tanto de que hablar como los matrimonios gay en mi país (México)…..
Bendita razón tienes…
Ayer mismo en el parque:
Mi nena cayó de culo, tiene un año y se quedó quieta, inmóvil mirándome fíjamente.
Una señora corrió a su auxilio, y la paré. Quizás pensó que yo era una madre desnaturalizada o que mi hija estaba desangelada, no sé…
Lo siguiente que se oyó fue a mi bebota troncharse de risa.
La señora me dirigió una mirada de desdén. Supongo que pensó: tal para cual.
Y lo cierto es que hay que ir corriendo cuando sabes que realmente te necesitan y te lo piden, y dejarles explorar y experimentar cuando están dispuestos a ello.
Esa misma señora seguro que es fan de dejarles llorar para que se acostumbren a que no siempre se les puede coger… que si no acaban enmadrados.
(Nota: Adoro que mi hija esté enmadrada, y mi marido enmujerado, y mi madre, enhijada, y mi suegra ennuerada o ensuegrada y mis amigas enamigadas….
¿qué carajo le pasa al mundo que piensa que es malo querer y necesitar a los demás?)
Pues yo reconozco que soy de las del NO y el CUIDADO. El NO lo tengo más controlado porque no me importa que toque cosas o pinte en las paredes y cosas de esas (tengo unos frescos preciosos en el pasillo de casa jajaja), pero el CUIDADO me cuesta mucho controlarlo. Hace unos meses mi nena estaba en el sofá y como ya sabía bajarse sola la dejé y me fui a la cocina un momento, instante que ella aprovechó para caerse del sofá y hacerse un chichón ENORME!!! Me asusté muchísimo, hasta la llevé a urgencias. Desde entonces tengo el CUIDADO subido ¡qué le voy a hacer! Estoy de acuerdo en que no hay que pasarse, pero ufff! ¡Qué difícil es!
Besos!!!!
Qué buena Mafalda…y qué bueno el tema.
Cuántos miedos y qué forma de reprimir la de esta sociedad…yo me doy cuenta de ello aunque admito que muchas veces me resulta difícil darme cuenta de ello…
Por cierto, tienes un premio en mi blog,
Un abrazo,
muy muyyy bueno, aquí firma una hija de los noes y sobre todo de los miedos y de los cuidados,,, y ahí andamos, luchando constantemente para no transmitirlo..
Excelente artículo! Yo también soy una mamá despreocupada 😉
Muy bueno Nohemí!
Yo alguna vez digo algún NO o CUIDADO, pero muy poquitos, me gusta que mi hijo investigue todo lo que pueda.
Y soy de las que he escuchado alguna vez que le dejo hacer lo que quiere y no tengo cuidado con él…
Si voy al parque mi hijo se reboza de tierra, le encanta jugar con la tierra y lo único que hago yo es que al volver a casa lo baño y punto.
Y si se cae le dejo que se levante solo, y nada de hacer espavientos que lo único que se consigue es que llore por nada.
En fin…
que bonito articulo,sabes que yo soy de esas del cuidado sobre todo del «ahi que se me ahoga la niña» yo me rio pero reconozco que poco apoco se me va quitando,gracias por estas cosas tan interesantes que a mi por lo menos me ayudan a ser mejor madre cada dia,y mely haber si te dejas ver el jocico un dia que hace monton que no las veo a ti y a dafne que estara enorme,un besote
Muy buen artículo Nohemí. Me he sentido identificada contigo. Yo he sido mamá de escaleras sin barreras . Tengo 2 hijos y muchas escaleras en casa y nunca se han caído. Yo las he usado siempre como elemento para desarrollar su coordinación. Cuando aprendían a gatear los llevaba a parques en donde hubiera muchas escaleras (el Doramas por ejemplo)
Desarrollaron una coordinación estupenda.
Y siempre he observado que los niños con madres miedosas de que se caigan por la escalera (o similar) son niños menos cautos, menos atentos, menos alerta de lo que les pueda pasar. ¿Para que van a estar alertas si ya está mamá pendiente?
Hoy día que ya tienen 5 y 6 años después del cole les encanta subir a los arboles . Les descalzo (sin zapatos ni calcetines) y les aupo hasta que alcanzan las primeras ramas. Y como si fueran 2 monitos suben por ese entramado de ramas con una destreza maravillosa. Se cuelgan de las ramas , se lanzan, se vuelven a subir……..Es una actividad perfecta para desconectar de tanto cole y ponerlos en contacto con el movimiento de su cuerpo y con la naturaleza. Hay niños que pasan por allí y quieren hacer lo mismo. Sus padres no les dejan. Es una pena.
Tambien soy de las raras… para los demas… jejejeje
Como siempre le diste en el clavo Nohemi. Yo trato de no NOes, pero los CUIDADOs los tengo menos controlados, y tienes razon si sigo asi me pasara lo del pastorcito mentiroso.
Lo de la coordinación es importantisima, en mi pueblo todo esta empedrado, y no es muy regular, en mi casa el rededor tambien, y el peque, sube, camina, corre, y baja a su antojo y cuando no hay tanto quiebre, se pega unos piques … jejejeje
Ya que yo no escribo bonito (como tu) te copio y te enlazo.
Besazo Guapa !!!
Reflexiones como estas hacen que te plantees muchas cosas… mi bebé solo tiene 2 meses y medios… espero poder decir como tu que soy una madre despreocupada… jeje.
Saludos!!!
Yo intento sustituir la palabra «cuidado» por la palabra «despacito», que al final es lo mismo pero no es igual. Por ejemplo, cuando sube las escaleras (yo también le dejé desde muy pronto subirlas solas, vivimos en una casa de cuatro plantas) no le digo que no ni que tenga cuidado, le digo que vaya despacito, es una manera de que tenga cuidado pero sin ese matiz de acobardarla ante las cosas, es actuar con prudencia frente a actuar con cobardía… 😉
simplemente me encanta y me siento tan identificada jejejej
a mi no me dice «descuidada» me dice claro como «tu eres tan tranquila » y tus niños son tan buenos ^^
Y esa Ley que tienes, yo tenia una parecida Las madres abrigan a sus hijos segun el frio que ellas tengan jajjaja sin tocarles y ver si estan sudando etc …
Y tambien soy de las que no puso la valla de la escalera … nunca se han caido yo si dos veces XDXD
Me han salido los dos muy prudentes, no miedosos pero si prudentes , vamos que las emociones fuertes no les van jjejeje puede ser que hayan salido a mi o a su padre, pero vamos que son muy conscientes de lo que realmente es peligroso …
ahhhh y me encanta Mafalda ;-P
genial como siempre guapa !!!!
Yo me siento identificada contigo y me siento un poco culpable a veces de ser quizá un poco dejada, creo yo. Intento que en casa el niño pueda estar a su aire sin que yo tenga que estar encima de él todo el día para ver qué toca o qué hace. Todo lo que queda a su altura, como armarios o cajones, contienen cosas que puede sacar sin romper ni hacerse daño con ellas. Más que por su autoestima y su seguridad lo hago por mi comodidad. Por ejemplo ahora ha cogido fuerza suficiente (que antes no tenía), para abrir los armarios especieros de la cocina y llevo una semana planteándome ponerles el cierre de seguridad (a ver si lo compro), porque me molesta tener que estar encima de él cerrando el cajón y diciéndole «¡no!» alzando la voz. Es que mi hijo si sabe lo que es ese no y de hecho me mira y hace el gesto de no con el dedo, pero cuanto más le digo no, más quiere hacerlo. De todos modos, a veces, esas situaciones en las que el niño me lleva la contraria, siempre coinciden con que está intentado pedirme algo y no le estoy haciendo el caso que él quisiera. Suele hacerlo cuando está cansado y quiere que le coja y le mime un poco. Pero me siento mal cuando el niño va a otras casas, que no están preparadas para niños y me dicen que no debo acostumbrar al niño a cogerlo todo, porque luego en otras casa no sabe comportarse. Es que por ejemplo, lo cuida mi cuñada en su casa y ella está todo el día encima de él diciéndole que eso no se hace, que eso no se toca. Y yo me quedo con las ganas de decirla que debe preparar la casa para tener al niño y así no se agotará tanto. Mi madre por ejemplo lo cuida en su tienda (floristería), que tiene miles de cosas que el niño puede romper, y la mujer se las apaña como puede para reordenar los estantes de la tienda adaptándolos al niño. También le enseña a acariciar las flores, pero a veces tiene que ver como el niño rompe cosas, es normal y no se escandaliza…
Yo reconozco que a veces uso el no y el cuidado… pero es que es eso o me matan los vecinos 😛
Demasiado acostumbrados a no tener vecinos debajo, se acaba de mudar una chica y de verdad que me paso el rato con el no y el cuidado…… antes no me preocupaba que jugasen con coches a las 11 de la noche, o que arrastraran sus sillitas al sentarse o saltaran, jugaran a pelota en el pasillo…… pero claro, en un minipiso como vivimos, eso acaba con las buenas relaciones con la comunidad de vecinos :S
Sé que la culpa no es de mis hijos, ni de ningún niño, sino de la manera absurda que tenemos de vivir en occidente, encerrados entre cuatro paredes y unos encima de otros.
La próxima casa, sin vecinos ni arriba ni abajo, tan sólo al lado, y ya sabes quien 😛 para que cuando nuestros 6, sí 6 😉 churumbeles salten y brinquen por las ramas, lo hagan juntitos mientras nosotras les miramos sin decirles «cuidado!!!!!»
Un beso para los 4.
Abre, un beso para tí, me alegro de leerte :-*
Creo que las cosas no son ni blancas ni negras. El mundo esta lleno de grises.
Educas a tus hijos sin «NOes» para que aprendan en la vida con la experiencia directa. Esta bien. No digo lo contrario. El problema es cuando en la vida real se encuentren con «NOes». Enseñas a tu hijo a interactuar con lo que consideras el futuro. El «Noes» es parte de un futuro. La gente le dira «NOes». ¿Sabra interpretarlos?.
Los niños salen miedosos porque los padres son miedosos. Deja que lo dude.
Excelente!!!!!!!!!!! Te felicito, muy clara, directa y aguda!
Gracias Fátima 🙂
Yo si que tengo valla en la escalera, pero es que mi niño es un kamikaze de cuidado y eso que sólo gatea, va directo a ella, se pone de pié y grita triunfalmente. Me da terror cuando ande… Me ha encantado leerte y me acordaré cuando me venga a la boca un «no » o un «cuidado». También recordaré que yo fui una niña felizmente llena de chichones, según me ha contado mi madre, y he vivido para contarlo.