No se puede dar lo que no se tiene

Y si lo tienes y lo das, has de recargar…

¿Cómo recargo yo mis pilas?

Una manera ya la sabéis… en gran parte con vosotr@s que me leéis… sobre todo con quienes comentáis (vaya indirecta ¿eh? 😉 ), con mis amigas «ales» como yo las llamo, las reales y las virtuales

Cuando paso un rato con  ellas me recargo, de energía, de buen rollo, de ganas de hacer cosas… Con ellas no soy Mimita, el personaje, soy Nohemí, con todo lo que eso conlleva.

Esta foto es de hace un par de días con Carol:
Un rato sentadas, con un café, unas lonchas de jamón… unas natillas caseras… y muuucha conversación… interumpida, ya sabéis, saltando de un tema a otro… pero con la complicidad de las mujeres que se saben compañeras en un viaje…  Gracias Carol ♥

Y gracias a Erika he descubierto otra forma de recargarme a mí misma… de mirarme más y de aprender a disfrutar de esta mujer que soy ahora…

Erika * escribió esto en su Boletín «La Mujer que Soy» de Camino Rubí  :

Autofotografiarnos.
Permitirme una imagen de la mujer que también soy pero que oculto por miedo,
vergüenza y/ o rechazo. Podemos poner las posturitas que nos den la gana, nadie
nos
mira, sólo nosotras y la cámara, como único testigo.

Así que, ahora me miro más y me hago fotos.


Me he pasado los últimos años, desde que soy madre, fotografiándome por mi maternidad: embarazo, lactancia, porteo… La mayoría, si no todas, las fotos que tengo son en ese rol. Un rol que me apasiona, que me ha transformado y me ha convertido en lo que soy…

Pero ahora  empiezo a fotografiar a la mujer, sin necesidad de buscar la excusa para mostrar la imagen. No hace falta dar teta, ni enseñar un portabebé o un nudo. Una foto de mí misma porque sí.

Es como si antes me diera pudor mostrarme. Por si se consideraba vanidad. O porque estamos acostumbrados a ver las imágenes femeninas siempre usadas para un fin. No sé exactamente por qué no lo hacía antes, ni sé exactamente por qué lo hago ahora pero hoy por hoy me gusta autofotografiarme:

De ese modo me veo  como desde fuera y me veo diferente. Y redescubro a la mujer nueva que soy ahora, en la que por supuesto el papel de madre ha influído más que nada.

Y poco a poco Mimita se diluye para que Nohemí reaparezca… o aparezca, porque este blog quizás tiene más de la primera que de la última.

El caso es que me siento bien en mi piel y en mi cuerpo y eso repercute en quienes quiero.

Así que, chicas… no cuesta dinero y no os hace falta nadie más… o sea que:

 ¡¡¡probad: mimáos para sentiros bien y luego mimar a los demás... !!!

Y como siempre… después  me lo contáis ♥♥♥

* Email de Erika Irusta Rodríguez: erika@elcaminorubi.com