Dice un refrán que  «lo breve si bueno, 2 veces bueno». No creo que siempre sea cierto, pero es verdad que si lo breve es bueno deja un buen sabor de boca.

Nuestro viaje nos ha servido para desconectar, para relajarnos, para comprobar que podemos vivir sin internet (mal al principio, he de reconocerlo ) y sobre todo para disfrutar de nosotros 3 como familia y de buenos amigos,  algunos nuevos y otros viejos.

Nos hacía falta oxigenarnos en todos los sentidos, física, moral y emocionalmente, coger fuerzas y ánimo y cariño para afrontar unas semanas que van a ser complicadas. En este mes se cumplirá el aniversario del día que nos comunicaban que mi embarazo no seguía.

Ya llevo días «rara», más nostálgica que de costumbre, más sensible. Me imagino que, queramos o no, vivimos regidos por un calendario y aunque los días son iguales, las fechas nos recuerdan días concretos.
Yo que ya sabéis que no soy muy pro-aniversarios me gustaría pasar por la segunda quincena de abril de puntillas. O no,  porque como la vida nos demuestra,  lo que se esconde acaba saliendo cuando uno menos lo espera.

No quiero ahora hacer balance de este año,  quizás otro día. Sólo quería agradecer a todas las personas que he encontrado y reencontrado en este viaje por su afecto, su cariño y sobre todo su lealtad.
En un mundo donde cada vez se encuentra menos esa cualidad yo puedo presumir de tener buenos amigos. Es cierto que no son todos los que estaban,  pero la vida nos posiciona a todos y tarde o temprano las motivaciones salen a la luz. Pena de aquellos que no saben ser amigos de verdad, pues no tendrán amigos verdaderos ellos tampoco. Ya lo dice una verdad absoluta: «se recoge lo que se siembra».

Me gustaría agradecer especialmente a Patricia el hecho de organizarnos un encuentro con amigas en El Bierzo que no olvidaremos. Gracias sobre todo a las que fueron desde lejos: Marta, Delia y Rocío, pero de verdad gracias a todas (Patricia, Raquel, Noelia, Vanessa, Sonia, Arancha, Mónica y los padres y bebés que iban con ellas).

 


A nuestros amigos de años LM, MJ y A por pasar unos días en familia, como siempre que nos vemos aunque sea después de 8 años. En un entorno precioso y en una casa que nos encantó y que os animo a visitar (Casa Valborraz).

A cRis… que nos invitó a entrar un ratito en la intimidad de su hogar para no perderme la oportunidad de abrazarla en persona,  tras conocerla durante algunos años por la red.
Es una de las personas especiales que he tendio el placer de conocer gracias a Red Canguro. En su casa hablamos poco «o nada» de trapos, dejando a un lado los personajes (itsirc y mimita) y conociendo más  a las personas (cRis y Nohemí).

A otro grupo de mamás a las que yo cariñosamente llamo «mis niñas de RC» por apartar tiempo un domingo para vernos y charlas y probar trapos. Especialmente a Merce y Zoila compañeras en el inicio de la aventura de RC y a Elena a la que ví brevemente en su casa.

A Vega  (y Luis y Nicolás) por el «atraco» de casi presentarnos sin avisar y que nos ofreciera su casa para quedarnos una noche. Me encantó reencontrarla en su ambiente y disfrutar de un día juntas. Gracias por tu generosidad, tu hospitalidad y tu sentido común en todo lo que haces:

Y cómo no gracias a mi tía (P. y su familia), que siempre podemos contar con su casa para alojarnos, aunque la avisemos con poco tiempo, porque hay familia y familia, y ella es parte importante de la mía, de la nuestra. ¡¡¡Gracias Tía!!!