Acabo de leer la última entrada el blog de Jesusa: «Trauma» y una vez más lloro. Lloro por mí, por mi hijo y por todas las madres y todos los hijos que pasan por esa amarga experiencia. Sigo llorando, alguna vez, junto a una madre que me cuenta cómo se siente tras su parto o cesarea.
Yo salí de mi parto y de la clínica, alguna vez lo he comentado, dando gracias y regalando bombones. Quizás por eso después mi angustia fue tan incomprendida por los que de verdad me importaban. Entré en el mundo de los «partos» a través de la lactancia.. Recuerdo que en el primer curso al que asistí para la capacitación de monitora de Lm de repente rompí a llorar.
Estaba ante un grupo de enfermero/as y residentes de matrona que también asisitían y al dirigirles unas palabras no pude terminar de hablar… Les decía que como madre agradecía que ellos, profesionales de la salud, se interesasen por conocer estos temas para dar una mejor atención y ahí me rompí… y estuve rota por muchos meses…
Lloré primero sin saber por qué, y meses más tarde en otro curso sobre «Embarazo, Parto y Puerperio» empecé a ver la verdad. Como quien ha sufrido abusos en la infancia y ha bloqueado esos recuerdos (por pura protección) y en un momento dado las compuertas de la memoria se abren y nos parece que no vamos a soportarlo… Se empieza dudando de si es posible estar así por no haber tenido «un buen parto», o «el parto soñado» ( ya que para la mayoría un buen parto es el que acaba con madre e hijo vivos), se siente una culpable por sentirse mal a pesar de estar «bien» y tener un hijo sano y precioso. Pero es que no es bastante… no compensa…
Recuerdo 2 días enteros de charlas y ponencias y yo abrazada a mi hijo llorando en la parte trasera de la sala. Amigas preocupadas preguntando que qué me pasaba… y ni yo podía explicarlo. De hecho, aunque hubiera querido, no podía ni hablar. De pronto había tomado conciencia… me habían engañado, me habían mentido, me habían mutilado, me habían robado mi parto y lo que es peor le robaron a mi hijo mis primeros abrazos. Entonces entendí todo, me entendí yo, y entendí por qué me dolía el cuerpo, la cicatriz y el alma… Tuve que empezar por asumir que me dejé engañar… con lo lista que me creía yo, que me faltó buscar información en los lugares adecuados… He de decir en mi defensa que en ese momento no había tanta información disponible ni yo sabía buscarla… Tuve que aprender a perdonarme mi parte de responsabilidad, pedirle perdón a mi hijo por no haberle dado el comienzo que merecía… Afortunadamente la lactancia, los portabebés y el colecho fueron mis mejores aliados para el fuerte vínculo que pese a todo forjamos.
Lloré durante meses y años cada vez que hablaba del tema, lloré cuando me sentía incomprendida por quienes quiero, por no saber explicarles o hacerme entender por qué y cómo me sentía…
Pero de toda esa angustia salió algo bueno. El sufrimiento, si no dejamos que nos amargue, nos puede convertir en mejores personas, o al menos, con cualidades que antes no poseíamos o no teníamos plenamente desarrolladas… No es casualidad que muchas de quienes hoy trabajamos por cambiar las cosas hayamos tenido fracasos previos… ¿existiría El Parto es Nuestro sin malos partos ? ¿habría asociaciones y grupos de apoyo a la lactancia si todo fuera bien?
Por eso decidí que mi gran trauma sería mi maestro… aprender de lo malo e intentar ayudar en lo posible a que no le pasara a otra mujer más si yo podía evitarlo…
A veces me pregunto dónde estaría ahora si me parto se hubiera desencadenado normalmente en vez de ser inducido, si en vez de tener la revisión ese día la hubiera tenido a la semana siguiente y hubiéramos tenido la oportunidad de tener un parto más respetado… quizás no existiría este espacio, ni la madre que soy ahora…¡¡¡ quién sabe!!!
Tiempo después, ya metida en este mundo, con la muerte de mi segundo bebé durante la gestación una vez más la vida me dió una lección sumamente dolorosa, la peor quizás, pero aún así valiosa.
Estuve enfadada mucho tiempo… hasta que otra vez ví la salida: mi dolor me estaba enseñando algo una vez más. A día de hoy sé que una criatura, aunque viva poco tiempo, es capaz de enseñar cosas que no están en los libros. Gracias a Altair he aprendido a escuchar de verdad, a mirar ciertas cosas con otros ojos , a saber cuándo callar, cuándo preguntar, cuándo extender mi mano hacia un cuerpo dolorido de algo peor que un dolor físico… en definitiva a acompañar el duelo. Después he sabido del dolor de muchas madres ( y padres y hermanos y abuelos…), dolor sin el consuelo de un bebé que abrazar, y no siempre, pero en ocasiones, he podido proporcionar algo de luz entre tanta oscuridad.
En este tercer embarazo lo he pasado mal conmigo misma porque me costaba mucho vincularme con este bebé como lo hice con sus hermanos. Mi mente me decía por qué pasaba eso, que era un mecanismo en cierto modo normal, pero no dejaba de sentirme culpable (para variar). Pensaba que mis miedos estaban privando a mi bebé de algo que merecía y eso me atormentaba. He aprendido que las cosas no son como las leemos y explicamos desde fuera, que la teoría es muy fácil, pero la realidad es que somos seres complejos, compuestos de muchas cosas combinadas y a veces idealizamos un camino como el único y no es así…
He conocido madres atormentadas por no haber tenido un embarazo feliz, un parto respetado, una lactancia exitosa… y preguntaban llorando si su bebé tendría secuelas… si no tenían vínculo… y eso me lo preguntaban con su bebé abrazado sobre su seno… un bebé dormido plácidamene sobre el regazo del ser que más necesitan, sobre su madre… Eso me ha ido demostrando que la capacidad del AMOR de compensar casi todo lo anterior es enorme.
No digo que se borren completamente los efectos (físicos y emocionales) de no haber tenido lo deseable… pero sé que nunca es tarde para vincularse y disfrutar de una relación de apego satisfactoria.
Yo viví meses con angustia hasta que por fin vi y oí el corazoncito de Mencía latir con fuerza… a día de hoy de vez en cuando me viene la duda, pero en esta etapa en que la siento a ratos viva y moviendose dentro de mí, todo es más fácil.
Y sé que a pesar de no hablarle conscientemente como hacía con sus hermanos, ella sabía de mi amor.
El temor no desaparecerá del todo nunca… porque como comentaba en otro post, es parte del amor, en el sentido de temor como preocupación, y ser madre es preocuparse… pero como me recordaba otra amiga: «en el amor no hay temor» que dice la Biblia… y es cierto en el sentido que aprendes a confiar, y que el amor está por encima de las emociones negativas.
Por eso, aunque en la primera etapa no lo veamos, de todo lo que nos acontece en la vida podemos aprender…
A mí me hubiera gustado tener una segunda infancia y adolescencia feliz, pero no fue así… Y esa realidad influye en la persona que soy ahora… con mis carencias, que he intentado llenar como he sabido y podido, y con las cualidades que tuve que desarrollar por ello. Y por supuesto, con mis defectos que son muchos y mis «ramalazos aprendidos» que intento controlar para no perpetuar y criar a mis hijos con más amor que traumas… mejor de lo que hicieron conmigo.
En un mundo perfecto aprenderíamos desde la perfección … en este no nos queda otra que aprender de lo malo e intentar transformarlo en algo mejor… con el mejor acompañante para cualquier camino: el Amor.
Nohemi no he terminado de leerte, luego sigo, se me han puesto los pelos de punta!!!! Cuando te vi por primera vez fue en ese curso de dos dias al que fui invitada, te recuerdo con lagrimas pidiendo disculpas por haber dado rienda suelta a esos sentimientos, y alli sin conocerte me di cuenta lo gran mujer que eres, lo gran madre que eres, te recuerdo y de verdad se me saltan las lagrimas. UN ABRAZO FUERTE!!!!
Sabes que estoy llorando, ¿verdad, amiga?
Ahora mismo no tengo palabras que escribirte, sólo decirte que estáis guapísimos en la foto. ¿Es del día 17? Porque estás espectacular…..
Os quiero mucho. Y Marc me pregunta por su amigo Iker de Canarias.
Un beso y a ver si retomamos la conversación, que se cortó el móvil.
Había escrito un mensaje larguísimo. No importa.
Te quiero.
Como siempre escribes unas palabras tan sabias…es un gusto leerte,como me identifico en muchos de los sentimients q tan generosamente compartes con nosotros.
Gracias xq consigues ayudar a mucha gente.
Estas wapisima,un abrazo de alguien a quien le ha mejorado la vida y el alma desde q te conoce,bs.
No sabes cuanto me recuerda a mi propia historia… pero como tú bien dices, probablemente no seríamos las personas que hoy en día somos, si no hubiésemos pasado por determinadas experiencias.
Todo ello nos ha hecho más fuertes y nos ha hecho querer ser mejores personas, querer criar a nuestros hijos de la manera que no lo hicieron con nosotros y querer ayudar a aquellos que deciden seguir el mismo camino.
Gracias por esas palabras siempre tan acertadas que ponen voz a mucha gente que se siente identificada en ellas.
Un fuerte achuchón
los quiero mucho por la fuerza que tienen y por como son,para mi son especiales casiano,nohemi,iker y mencia los quiero con locura por que son un familia preciosa!!!!!!!!!!!!!!!!!
Querida Nohemi, te conocí encontrándote varias veces en esos «tugurios» donde nos encontramos cunado estamos abrumadas del día y despejamos la mente. Tal vez por eso te sentí más cercana que otras personas a las que leo por acá, esa complicidad que nos da un pco lo lúdico no?
Luego me pongo a leer tu blog y Dios!! como si pusieras palabras alo que yo sentí, a lo que casi todas las mujeres sentimos en un lugar del corazón, quienes se atreven a correr ese velo de «conformidad».
Que sentimiento de hermandad tanfuerte aparece cuando logramos desprendernos de los estigmas de competencia y envidia.
Nunca te ví, ni tenemos amigos ni lugares en común, hasta el «charco» nos separa, cuando recién me levanto tu día ya está bastante avanzado, sin embargo prendo la compu, encuentro tu petición de city ville y es como compartir un mate con una amiga entrañable….
Me has emocionado por recordarme mi propio proceso y no dejo de sonreir al ver la maravillosa forma con la que transmutas la energía, cuando a veces pensamos en tirar la toalla aparecen testimonios como el tuyo que alientan 1000 pasos hacia delante, un abrazo enorme.
Sin palabras…… todas ya las dijiste vos.
Gracias!
Muchísimas gracias, por enseñarme tantas cosas, por compartir tanto y por ser como eres!
Que decir… yo tengo un dolor en mi alma por el nacimiento de mi primera hija, aún hoy, cinco años después sigo llorando la pérdida de nuestro parto, de su nacimiento, de nuestras sonrisas y lágrimas de emoción… que no hubieron, que fue «triste».
Aún hoy tengo que lidiar con mi cuerpo para ser capaz de vivir con la huella que me dejaron, y eso es muy pero muy difícil…
Un abrazo fuerte!!!
Te leo, y me veo reflejada. No pasé por una cesárea, pero mi parto fue también traumático (aunque no fue eso lo que yo pensé cuando parí. «lo hicieron lo mejor que pudieron» … ya sabes).
Yo comencé a tomar conciencia de todo lo ocurrido con la lactancia y con un curso de doulas. En este último comencé a entender muchas cosas, y me encontré con el verdadero dolor, ese dolor que ha estado tapado durante tanto tiempo, que no puedes compartir con nadie, que te hace sentir culpable sin saber porqué.
Pero yo siempre digo que todo sucede por alguna razón. Los caminos fáciles poco nos pueden enseñar, pues no hay nada nuevo por descubrir. Pero los caminos difíciles … te hacen pensar, luchar, probar, caerte y volver a levantarte … te hacen aprender.
Y de mi camino difícil he aprendido y sigo aprendiendo muchísimo, porque me ha ayudado a tomar conciencia de muchas cosas.
Y es evidente que de tus caminos difíciles, tú también sigues aprendiendo cosas maravillosas, pues nos regalas algo maravilloso en cada una de tus palabras.
Eres maravillosa.
Ay mi ninya linda…mas mujeres como tu hacen falta en este mundo….( jejejejjeje, me rio yo misma por los profundos abismos que nos separan en otras cosas) en serio.
Me encanta leerte, me encanta conocerte y me sorprendes cada vez mas con la fuerza y la entereza que te enfrentas a la vida.
Dale un beso al periodista xikitito y otro a tu hombreton. A Mencia…pues espero poder darle el beso yo.
ps. por cierto, debes tener 3 mensajes mios en tu contestador, por si no los has oido… XD
Hola, que razon tienes que palabras mas bonitas. Yo tambien tuve un parto malo,que acabo en cesarea con anestesia general,y no pude estar con mi peqeña hasta tres horas despues,y ya le habian dado un biberon y que decir que los 5 dias que estuve en el hospital nadie me ayudo con la lactancia y al tercer dia le tuvieron que dar un suplemento, yo estaba agotada y exausta. Luego en casa la cosa no mejoro, asi que muy a mi pesar y con muchos lloros de parte de las dos abondone la lactancia tras 4 semanas, ,ya no podia mas. Lo intente con sacaleches,fular portabebes y no lo consegui.Se que no soy mala madre, pero cuando veo amamantar a un bebe, me saltan las lagrimas y me pregunto porque yo no pude?
Muchas gracias, un beso
Como siempre, Nohemí, es un honor leerte, conocerte, compartirte y quererte. Que suerte tener en mi vida grandes personas como tú.
Besiño grande
Noemi, me pareces una persona valiente, valiente por enfrentar los hechos y no JUSTIFICARLOS, te entiendo perfectamente y me identifico contigo y con muchas madres como tu, con lo que escribes, pienso que lo que te ha vuelto o ha salido es esa SENSIBILIDAD que la tenemos que muchas veces no sale a flote por el desconocimiento en el momento preciso, yo tambien he llorado y sigo llorando muchisimo, la primera vez leyendo a Michel Odent, la ultima vez he llorado en la calle mirando a un niño llorar desesperadamente porque el padre lo alejaba de su madre,, un dolor que siento cuando veo el SUFRIMIENTO DE LAS CRIATURAS. Las emociones y sentimientos no se van estan SON PARTE DE NUESTRA BIOGRAFIA, son el camino que hacemos. Veo que el ser madres nos cambia nos sumerge en ese mundo donde todas somos protectoras de la vida de la criaturas y cuando descubrimos lo que hicieron con nosotras con nuestro cuerpo nos produce un enorme dolor, pues no es solo a nosotros es sobretodo a nuestras criaturas, yo tengo ese dolor siempre presente de mi parto con epidural que me robotizo y no pude decir no a la separación de mi hija hecho que nunca lo JUSTIFICARE y siempre me servira para alzar la voz y decir basta ya de tanta alienación a los simbiontes.
Un abrazo
Marisol
Que dios te bendiga a ti y a tus pequeños mami. Se ve que eres muy amorosa. Besos
Estás preciosa. Tus palabras, como siempre, calan en las mentes y se posan en el corazón. Gracias por haber pasado por nuestras vidas. Tus traumas han causado, sin quererlo, las alegrías de mamás como yo, que han tenido la suerte de encontrarte. Un beso grande para ti y tu maravillosa familia.
Nohemí a mí también me has hecho llorar.. yo doy gracias al Universo por ponerte en mi camino y que me hayas enseñado y me sigas enseñando tantas cosas. Gracias por ser y estar!!!
Gracias Nohemí por compartir tu historia. Te comprendo perfectamente y he experimentado lo que un parto puede cambiar tu mente y como te persigue hasta que consigues sanarlo de la mejor manera que puedes. Yo estoy en ello, intentando recuperar los vínculos con mi primer hijo, que ya tiene 3 años, y nació por cesárea y es ahora con el segundo parto, en casa, que me estoy dando cuenta y aprendiendo de lo que no supe hacer entonces. Estoy leyendo a Yolanda González «Amar sin miedo a malcriar» y trata estos temas entre otros, como el sentimiento de culpa,etc, muy recomendable.
Te leo y pienso tanto en mi propia historia, yo tambien me siento ahora engañada, me pregunto porque no llegó toda esta informacion a mi antes??? porque no supe de esto antes y pude evitar que mi parto fuera tan violento … porque ahora lo veo asi … y pienso en mi hijo y en todo el amor que siento por él y le hago sentir cuando duermo con él cuando le di teta todo el dia, cuando lo cargue tanto sin imprtar que e dijeran que loe staba malcriando ….
Quiero encargar otro bebé y quiero vivir un parto respetado me puedes ayudar con eso?? (el anterior fue cesarea luego de una induccion frustrada) puedo tener un parto normal ahora??? Ayudame si?? GRACIAS MIL!!!!
HOla Andrea:
Desgraciadametne somos muchas las que nos sentimos así 🙁
Si deseas tener otro hijo seguro que lo lograrás… hoy en día ya se sabe que una cesarea ( o 2,3 o 4) previas no es motivo para una cesarea posterior por fuerza. Cada vez hay más casos que lo prueban. Busca profesionales que repeten tu decisión y confía en que tu cuerpo puede parir.
Eso sí… recuerda que aunque es sano querer curarse las heridas, no debemos echar la carga sobre nuestors hijos futuros de venir al mundo solo para eso…
Estoy segura que con el tiempo esa herida cerrará… como lo hizo la mía… y dará paso a otra etapa:
http://mimosytta.wordpress.com/2011/07/21/cada-vez-mas-cerca/
Sería muy bueno que desde ya frecuentaras algún grupo de crianza donde se hablen de estos temas.
Un abrazo
hola!
hace muy poco descubrí tu blog gracias a los videos de youtube sobre cargadores y lactancia y leyendo tu blog he llorado! he llorado porque mi vida como madre no ha sido lo que esperaba, perdí a mi primera hija (que se era una nena aunque era muy pequeña para verlo) y los médicos nunca me explicaron nada, me hicieron ponerme misoprostol y después de la noche más dura de mi vida me hicieron un legrado, el procedimiento más humillante al que he sido sometida, a los 6 meses de ese horrible día quedé de nuevo embarazada y hoy tengo en mis brazos a mi pequeño tesoro con 5 meses 2 días de nacido, y aunque es un gozo tenerlo en mis brazos, yo sentía que había algo mal y no supe que era hasta que te leí, a mi también me ,robaron el parto, mi médico me revisó un día antes y al parecer no le cuadraron los números y me mandó a la clínica al día siguiente, dijo que estaba en semana 38 y que ya era hora porque estaba dilatando (en realidad estaba en semana 37 y no había afán) pero apenas llegué a la clínica me indujeron, me rompieron la bolsa a las malas y cuando no´te que algo no estaba bien con el ritmo cardiaco de mi bebé (había estres fetal, mi placenta estaba muy calcificada y nunca supe por qué) me hicieron una cesárea, se llevaron a mi bebé por horas y lo escuché llorar y llorar (era el único bebé en la sala a esa hora) y no pude abrazarlo ni besarlo ni tocarlo hasta cuando por fin nos subieron a nuestra habitación, antes de la cesárea recuerdo estar llorando desconsolada en la sala de trabajo de parto, sola, con la espalda adolorida por la epidural porque además el primer catéter estaba dañado y me tuvieron que inyectar 2 veces, temblando de frío y vergüenza vestida con un camisón de mentiras. y mi gine al verme tan triste se acercó a preguntarme que me pasaba a lo que le contesté que todo estaba saliendo al revés de lo que yo quería, que yo no quería estar sola, que no quería epidural, que no había querido que me indujeran ni me conectaran a suero, que yo quería estar caminando para que la gravedad me ayudara, en mi casa y tomar una ducha y beber un consomé (estuve todo el día sin comer nada) y mi gine me convenció de que eso no era lo normal y que lo normal era la clínica y todo lo que me estaba pasando, y a los 10 minutos estaba metida en un quirófano.
le doy gracias al doctor porque me consoló y a pesar de todo tengo a mi niño en brazos, pero perdí mucho y aún esa perdida nos hace llorar.
con tu blog pude entender que era ese nudo en la garganta ese día y que es ese algo que nos hace llorar a mi bebé y a mi de vez en cuando.
Gracias
Un abrazo Verónica, y un deseo: que encuentres la forma de transformar toda esa pena, dolor y frustración en algo positivo… es la mejor forma de sobrellevarlo.
En mi caso fue así ♥
ME alegra que el blog te sirva de ayuda.
Genial Nohemí ! QUé bien sabes transmitir tus sentimientos. Me identifico en muchas cosas y espero poder aprender de lo malo y dejar que triunfe el AMOR.
Muchas gracias por el tiempo que dedicas y que a tantas nos iluminas un poquito con tu luz.
Un abrazo fuerte
Gracias.
Desgarrador, emotivo, íntimo y a la vez público. Gracias ¡¡Hay que seguir denunciando la violencia obstétrica!!! Yo lo hice,así me estoy curando… porque debemos visibilizar el dolor. Es como si te conociera. Un beso