Hoy me cuenta un amiga que ha llevado a su niña al dermatólogo por un eccema en la piel, y que éste le ha dicho que la niña está «enviciada con el pecho».

Cuando oigo estas cosas siempre me pregunto primero por qué no me pasan a mí estas cosas, con lo que a mí me gusta «pelear» con gente que se toma la libertad de meterse donde no la llaman. Por no hablar de lo grosero, incorrecto, desinformado,  poco objetivo y prejuiciado de esa afirmación.

Después reflexiono en cómo hemos llegado a este punto de desconocimiento de la lactancia materna en particular y de la crianza del ser humano en general.

marzo 2007El otro día comentaba en un Taller sobre la importancia del apego que es curioso que en nuestra sociedad palabras como «mamón» , «mimoso « y/o «mimado» se consideran insultos o cuanto menos, calificativos peyorativos.

Como sabéis que me gusta mucho el lenguaje me ha dado por pensar en ello con calma y curioseando en el diccionario de la RAE he descubierto cosas tan alucinantes (y uso ese término, porque de verdad parece que nos hemos tomado algún alucinógeno al leer esto) como las siguientes:
vicioso
, sa.

(Del lat. vitiōsus).

  1. Que tiene, padece o causa vicio, error o defecto.
  2. Entregado a los vicios.
  3. adj. Vigoroso y fuerte, especialmente para producir.
  4. adj. Abundante, provisto, deleitoso.
  5. adj. coloq. Dicho de un niño: Mimado, resabiado o malcriado.

La 4ª acepción ya me choca. Al final va a ser verdad lo de que «todo lo que me gusta engorda o es pecado».Ahora resulta que si algo es deleitoso puede ser sinónimo de «vicioso», en fin, sin palabras.

Pero la 5ª es para morirnos directamente. O sea que como decía antes, un niño «mimado» se equipara a un niño malcriado y, en cierto sentido, a un vicioso.

Yo creía que «malcriar» era «criar mal»,  y que yo sepa, a mí cuando me dan mimos, caricias y cariños no me quejo. Considero un mal trato cuando me pegan, me insultan, me faltan al respeto, me niegan mis derechos,  incluso cuando me ignoran…

 

Para seguir con la paradoja la definición del término «mimado» tampoco tiene desperdicio:

mimado, da.

(Del part. de mimar1).

  1. Dicho especialmente de un niño: Que está mal acostumbrado por el exceso de mimos.

En el campo- dormido mei taiDigo yo

  • ¿Quién evalúa cuando los mimos son los justos o son excesivos?
  •  ¿Hay un límite de mimos que no se puede sobrepasar?
  • ¿El límite es diario, semanal, mensual o de por vida?
  • ¿Depende de la talla o peso de la madre o del niño?
    .

Al hilo de esto y como inciso, igual ahora la empresa «Guarrinone» va a sacar un nuevo lácteo -derivado de leche de vaca claro- que ayude a combatir el exceso de mimos, igual que combate ya el exceso de colesterol (dicen ellos) y no sé qué más.

Y ya estamos otra vez con lo de siempre, ¿qué le pasa a la gente?,  ¿por qué les molesta tanto ver que un niño toma teta?,  ¿qué clase de problema o trauma infantil tienen que no son capaces de entender que eso es un acto natural?.

Hoy le decía a otra amiga que yo no voy por ahí preguntando a las madres si dan teta o no, si duermen con sus hijos o no, si los cogen cuando lloran o no. Pero todos se ven con el derecho de meterse con quienes optamos por esa forma de criar a nuestros hijos.

A mí al final me suena a lo de : «la mejor defensa es un buen ataque» . Si yo no les acuso, ¿por qué se defienden (o excusan) atacando?

cangureando-x-2Pues mira, que cuando un amigo o conocido me comenta algo en ese sentido pues dependiendo de cómo me pille el cuerpo y , sobre todo, de la capacidad de la persona para razonar y escuchar pues así le contesto.

Pero si voy a un médico es para que me trate como un profesional de su especialidad, si es dermatólogo que me hable de la piel,  si es pediatra que me diga si mi hijo está sano o no,  pero que me diga cómo he de criar y alimentar a mi hijo incluyendo en su punto de vista un insulto al menor,  pues yo por ahí no paso.

Porque a todo esto, ¿se dan cuenta quienes comentan este tipo de cosas que el niño está ahí escuchando? Luego nos preguntamos por qué tenemos el mundo en que vivimos. Si los niños se crían escuchando que lo que les alimenta, consuela y da cariño es malo o es vicio…

Igual tendremos que empezar a plantar cara a estas personas y no dejarles pasar ni una, porque lo malo es que encima les pagamos la consulta y nos vamos malhumorados. Y lo que es peor, preguntándonos si saben de medicina tanto como de lactancia.

Y para acabar  algo que viene relacionado: no tolero que delante de mí nadie diga que un bebé coge la teta de «chupa» (chupete). Lo primero fue lo primero,  no se nos olvide.