Soy Asesora de Lactancia.
Me formé como monitora de lactancia con una asociación. Los seminarios lo pagué yo, los libros, los viajes, el hotel cuando eran fuera de mi isla. Me pagaba de mi bolsillo la gasolina, los taxis cuando no tenía coche, tanto para ir al grupo como para ir a hacer visitas domiciliarias. La asociación nunca me pagó nada. Al contrario, a mí me costó dinero mi formación. Es cierto que el tiempo que estaba en el grupo una monitora con experiencia aprendí de verla a ella. Aprendí lo bueno que hacía e intentaba ser consciente de las cosas que no me gustaban para no repetirlas.

Los Grupos de apoyo a la lactancia  (GALM) nacen con la idea del apoyo «madre a madre». En origen no había unas sobre otras, eran madres que amamantaban apoyando a otras madres que amamantaban.
Cierto es que la experiencia iría definiendo quiénes tenían respuestas que otras desconocían. Y también es cierto que algunas van al grupo solo mientras sus hijos maman y otras deciden seguir tras el destete para seguir compartiendo su experiencia con las más nuevas.

Grupo de Crianza Balos (Gran Canaria)

Imagino que de ahí surgió la figura de «monitora» o «líder» como en La Liga de la Leche.
Os copio al respecto la información de esta asociación pionera y una de las más famosas y activas a nivel internacional:

 

¿Qué es la Liga de La Leche Internacional? La Liga de la Leche es una organización internacional, sin fines de lucro, no sectaria, dedicada a proveer educación, información, apoyo y motivación a las mujeres que desean amamantar a sus bebés. Toda mujer que esté lactando o embarazada interesada en aprender más sobre la lactancia es bienvenida a asistir a nuestras reuniones mensuales que son gratuitas. También puede llamar por teléfono a las Lideres para recibir ayuda. Se puede ser Miembro de la Liga de La Leche con una contribución de U$S40 por un año. Con tu colaboración ayudas a que la Liga de La Leche pueda continuar su tarea de apoyo a las madres y sus bebés. Amamantar es un proceso simple y natural, pero es posible que necesites apoyo e información acerca de la posición apropiada del bebé al seno, trabajar y amamantar, prevenir dificultades, y vencer cualquier dificultad que pueda ocurrir. Conocer a otras madres que han amamantado a sus bebés puede ser de gran ayuda y tranquilizarte. También es importante tener información actual y correcta. Participar de las reuniones de la Liga de La Leche te puede ayudar a aprender más acerca de la lactancia materna compafrtiendo la experientia de otras madres. En estas reuniones mensuales, las madres comparten no solamente sus preocupaciones y preguntas sino también los beneficios y alegrías de amamantar. El contacto con la Liga de La Leche puede darte la clase de apoyo que necesitas. Líderes Las Lideres de la Liga de La Leche son madres que han amamantado a sus hijos y que han aprendido cómo ayudar a otras madres que tienen preguntas y dudas sobre la lactancia materna. 

 ¿Es lo mismo una monitora de un grupo de apoyo que una asesora?

No.

  • Una asesora es alguien que se forma para dar un servicio profesional.
  • Que no solo se forma con la parte teórica y práctica, sino que se forma en cómo trasmitir sus conocimientos de la mejor forma.
  • Una asesora atiende consultas privadas en su domicilio o en el de la madre que la requiere.
  • Una asesora atiende las «urgencias» que no pueden esperar hasta la siguiente reunión del GALM.
  • Una asesora se plantea sus asesorías como un trabajo y como tal lo cobra.
  • Una asesora cobra porque te está dedicando SU TIEMPO, el que es de ella, ese que se sale del número de horas que ella ha decidido (o no) regalar a su comunidad o al mundo yendo a un grupo de forma desinteresada o respondiendo X correos o atendiendo el teléfono.

 

Si quieres un servicio gratuíto… no, mejor dicho, que gratis no hay nada, si quieres un servicio donde el coste no lo asumas tú sino que lo asuma la persona que te lo ofrece, acude a un grupo de apoyo a la lactancia. Pero ve ese día y hora.

Si quieres que te atiendan  en el preciso momento en que necesitas respuestas, por teléfono, o en persona, busca una asesora. Y recuerda que lo justo es que sea retribuída por ese trabajo.
Pregúntale si puede atenderte, su tarifa y  sus condiciones.
No esperes que lo haga asumiendo ella el coste. Porque no es justo ni ético.

Para reflexionar: No se cuestiona la tarifa  de quien te arregla un grifo y sí la de quien te asesora sobre tu lactancia, como si las implicaciones de lo segundo no fueran mucho más importantes.

Ten en cuenta que lo gratis no existe (salvo el aire de momento).

Que no pagues algo no significa que no cueste algo.

EL local donde yo me reúno con el grupo tiene un coste, que asume el ayuntamiento porque entiende que es un servicio a la comunidad. El mantenimiento y limpieza de ese local lo asume la comunidad de vecinos por lo mismo. El trabajo de las monitoras que no van solo cuando les apetece sino también cuando no les apetece, no es que sea gratis, es que lo asumen ellas por lo mismo, porque creen que prestan un servicio que no presta nadie más.

Exigirles que hagan más es indecente, inmoral y egoísta.

Si eres madre, padre, matrona, IBCLC, o lo que quiera que seas… si eres de l@s que cree que esa labor no debe cobrarse… HAZLA TÚ COMO TÚ CREAS. Y que las madres decidan.
Yo soy asesora de lactancia, y de porteo, y algunas cosas más. Y le doy valor a mi trabajo, a mi tiempo, a mi experiencia, a mi formación, a mis cualidades como asesora, a mi actitud y a mi aptitud poniendo un precio a mi trabajo. YO PONGO EL PRECIO.

Quien no lo entiende una de dos: o realmente es una persona con un coeficiente muy bajo a nivel intelectual o a nivel moral.

Internet está llena de información pero yo cuando no sé cribar o desconozco el tema prefiero pagar a alguien experto que me dé la solución de forma segura, clara e inmediata.  Eso hacemos muchas veces las asesoras cuando respondemos consultas.
Así que la próxima vez que plantees una consulta a alguien, sea del ámbito que sea, porque confías en su experiencia, criterio y formación, pregúntate:

«¿Espero que me responda gratis?
¿Por qué?
¿Cuántas personas como yo le preguntarán a esta misma persona al cabo del día?
¿Creo que tengo derecho a exigir una respuesta?
Si no la obtengo, porque tampoco me he ofrecido a pagar por ese tiempo y/o conocimiento, creo que tengo derecho a enfadarme?
¿Quién me da derecho a ser exigente incluso sarcástica al exigirle respuesta?
¿Cómo me sentiría yo si alguien me exigiera hacer mi trabajo sin cobrar?»

Creo que es un buen momento para plantearnos estas reflexiones… y sobre eso estad al tanto de mi próximo post sobre el  VOLUNTARIADO.
Mientras tanto, me encantará oír vuestras opiniones al respecto.