Hace unos días asistí a un curso-taller dirigido a empresarios, y como es habitual, la mayoría de las veces mi hijo vino conmigo. Os cuento esto porque en una pausa del curso, al cabo de 2 ó 3 días, me pregunta una compañera que qué raro que mi hijo estuviera allí conmigo (era un curso nocturno) , que si me habían dado permiso para llevarle … Y le respondí que no lo había preguntado. Que no le doy a los demás la autoridad de decidir dónde puedo o no llevar a mi hijo. Si preguntas, te expones a un «no», si preguntas, les pides a otros consentimiento para hacer algo con tu propio hijo… no entro en ese juego.
Al hilo de esto recuerdo una vez que una cadena de supermercados ofrecía reuniones para enseñar y promocionar sus artículos… Al darme la información sobre lugar y horario me dicen que tengo que ir sin niños (en aquélla época mi hijo era un bebé) y les respondí: «donde no quieren a mi hijo, no quiero estar yo».
Aclaro que, evidentemente, hay sitios a los que yo nunca llevaría a mi hijo por gusto… pero la verdad se me ocurren muy poquitos… Al resto de lugares y actividades no le veo mayor inconveniente que el normal de cuando tienes un bebé o niño a tu cuidado: ir a otro ritmo y/o pausar para atenderle en sus necesidades.
Estos días, extrapolando este mismo hecho a casi todo aspecto de la vida, me pregunto… ¿por qué le damos a otros autoridad sobre nosotros, sobre nuestro cuerpo, sobre nuestra forma de hacer las cosas, de alimentar, de criar, de dormir, de amar, de parir, de morir incluso???
Algunos aspectos de los nombrados se dejan al sentido común y libertad de cada cual, libertad que no se suele respetar, y otros, que sí están regulados por Ley, no se respetan tampoco… Y reconozcamos que es un poco culpa de todos.
-Durante el embarazo nos hacen todo tipo de pruebas invasivas y no rechistamos… ni siquiera pedimos que nos informen de qué y cómo y por qué de tal y/o cual prueba diagnóstica…, cosa a la que tenemos derecho legal y moral (Ley de Autonomía del Paciente)
-En el parto siguen tratándonos como meras expectadoras de un teatro que otros protagonizan y dirigen. Con prácticas que bajo el nombre de rutinarias o protocolarias no sólo no ayudan sino que dificultan y a veces incluso imposibilitan el desarrollo normal del parto.
-Siguen considerando al neonato como «suyo» . En caso de ingreso hospitalario nos «dejan» estar con él 5 minutos cada 3 horas, cuando eso es totalmente ilegal( Derechos del Niño Hospitalizado y Ley de Autonomía del Paciente), inmoral y va contra todas las recomendaciones de las autoridades sanitarias mundiales.
-En la lactancia seguimos confiando en el consejo de personas que no tienen formación ni experiencia específica, lo cual en muchos casos nos hace fracasar o dudar de nuestra propia capacidad. Y cuando conseguimos establecerla con éxito, «mentimos» (al pediatra, enfermera, ginecólogo, madre, suegra, maestra, etc…) , acerca de cómo, cuánto y cuándo lactamos, contribuyendo así a que se perpetúen mitos y tabúes…
-En la Crianza le damos a otros la autoridad de decirnos qué es lo correcto y qué no, cuándo cogerlos y cuándo no, dónde y cómo dormirles, cuándo ponerles y/o quitarles elpañal, cómo les debemos tratar cuando lloran, comen o no, tiene rabietas, sufren… etc…cuando el cómo respondemos a estas situaciones debería ser un aspecto totalmente personal, familiar como mucho…
Seguimos pasando por la vida pidiendo permiso para cosas que deberían ser derechos inalienables… Seguimos cediendo nuestros hijos al sistema como si fueran suyos y nosotros meros visitantes autorizados a ratos… Tenemos como sociedad un Síndrome de Estocolmo colectivo que nos hace pensar en «no vamos a quejarnos no vaya a ser que nos traten (a nosotros, al niño o a ambos) aún peor»…
¿No nos damos cuenta de lo que encierra esa frase?? Si alguien no respeta a nuestro hijo estando nosotros delante… ¿creemos de verdad que lo tratará mejor cuando no estemos???? Perdonad el símil pero siempre que oigo esa frase pienso en los campos de prisioneros… se evitaban «rebeliones» a base de instaurar la política del miedo entre los presos. Eso mismo ha conseguido nuestro Sistema Sanitario (y el Educativo va por el mismo camino)… que tengamos miedo de hablar, que tengamos miedo de hablar ypedir lo que nosotras o nuestras criaturas necesitan por miedo a algo peor… ¿algo peor?? ¿ Hay algo peor que privar a un bebé recién nacido del cuerpo y la leche de su madre? ¿Hay algo peor que volver a casa con el bebé en brazos y darnos cuenta (en ese momento o con el paso del tiempo) que no le hemos protegido como era nuestro deber, que podíamos haber minimizado su sufrimiento simplemente habiéndonos quedado a su lado, tocándole, hablándole, asegurándole que no estaba solo???
Esa sensación que hemos vivido muchos de nosotros puede llegar a pesar como una losa en nuestra alma… y de seguro, también le afecta al bebé. Quienes tratamos con bebés lo sabemos.
A mí me sacaron a mi hijo de mi cuerpo sin preguntar y lo separaron de mí unos minutos… y fueron los últimos…
Desde hace mucho tiempo ya no he vuelto a preguntar «si puedo» llevarlo o traerlo conmigo donde vaya… sea un curso, una charla ante profesionales, una visita de asesoría a domicilio, al grupo de lactancia, sea lo que sea que haga yo o sea lo que sea que tengan que hacerle a él, como una prueba médica o una cura … Cuando se cayó y le tuvieron que coser la frente entré con él en brazos e iba diciendo en voz alta para que me oyera él… pero sobre todo para que me oyeran todos los demás:
«Tranquilo cariño, mamá está a tu lado y no te voy a dejar solo, te voy a acompañar cogiéndote la mano y explicándote todo lo que te van a ir haciendo estas personas que no conoces. No te preocupes que no te van a hacer nada sin que yo te lo explique antes»
De ese modo estaba dejando claro que NO había negociación posible.. no les doy autoridad para que decidan por mí si puedo o no puedo estar con mi hijo, IBA A QUEDARME, SÍ O SÍ… y curiosamente cuando uno va con ese convencimiento rara vez encuentra uno oposición… por eso… porque sólo tienen la autoridad que nosotros les demos… recordémoslo.
Buff! Me pones el dedo en plena llaga… Tengo que pasar por una operación quirúrgica próximamente y lo único que sé es que quiero que mi bebé esté conmigo en la habitación. Sé que puedo amamantarle tan pronto pase el efecto de la anestesia, así que, allí estará mi marido para hacer prevalecer sus derechos como lactante. Mi hija ya nació dispuesta a educar a quienes quieran aprender. Yo acabé en la sala de reanimación después de una cesárea necesaria y ella se fue con su padre a casa tras firmar el alta voluntaria. Mi marido tenía claro que la bebé era nuestra y no del sistema sanitario que quería dejarla en el nido sola. No pudimos conocernos hasta el día siguiente pero pasó su primer día de vida en brazos de su padre, de su abuela y de personas que le dieron su calor. Y durmió en su cama, en nuestra cama. Espero tener valor para luchar por la lactancia y el que estemos juntas.
Mónica cariño: ánimo!!
Vosotros ya habéis dado un paso al frente en este tema… a veces eso es lo difícil… empezar a caminar… luego coges ritmo y la inercia te ayuda.
Yo siempre digo que el haberme criado como una no católica en un país católico, absteniéndome de dibujar árboles de navidad o de ponerle flores a María en mayo, y todo el resto de costumbres que se dan por sentadas… eso imprime caracter… Cuando eres la «rara», luego lo tienes más fácil 😉
Espero que me cuentes pronto que todo salió bien 🙂
Un beso guapa
Olé guapa!! Me has hecho llorar y más porque llevo todo el día explicandole esto a mi hijo. Sobre lo que hacen los demás no podemos tener control, pero sobre como reaccionamos e interpretamos sus acciones si.
En cualquier caso quería preguntarte si conoces el experimento Milgram, un poco a colación con lo que dices sobre el parto…
http://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_Milgram
Un abrazo
Jesusa
AY JEsusa… pues no lo conocía… pero he estado leyendo el enlace y viendo este video:
http://www.youtube.com/watch?v=y6GxIuljT3w&feature=fvw
Es «curioso» por no decir lamentable que seamos capaces de infringir dolor a otros porque nos lo manden … a otros, y a nosotros mismos y a nuestros hijos… En el parto otros nos causan dolor y nosotras aceptamos, y con nuestros hijos solos en neonatos… 3/4 partes de lo mismo… Yo sigo rabiando cuando pienso en esos minutos separada de mi hijo… y no pedí que no se lo llevaran… no dije nada… le miraba (no le veía porque hasta las gafas me quitaron) y pensaba por dentro: ¿por qué no me lo dan ya?… pero pensaba… no lo verbalizaba…
Cuando en mi segundo embarazo me dijeron que el bebé no estaba vivo y fui al hospital (nadie me informó de alternativa alguna)… ahí sí que no me callaron… entre lágrimas y dolor no paraba de repetir: «quiero el cuerpo de mi bebé»… 13 días tardé… pero al final me lo dieron, me dejaron darle la despedida que merecía… Cuando hablo a parejas de padres sobre estos temas siempre digo… si yo peleé por un cuerpo muerto… qué no habría hecho si hubiera estado viva… Es fuerte tener que oír algo así cuando estás embarazada o recién parida… pero es necesario. La «conciencia colectiva» está totalmente desprovista de su cometido, está dormida… Creo que es necesario un ejercicio profundo con los padres para que todos entendamos las implicaciones de este tema… Hay que llegar más preparados, más conscientes… y sobre todo tener el pleno convencimiento de cuál es nuestro verdadero poder, que ESA autoridad es nuestra.
estupendo texto!
aaay, en esto estoy yo misma… aprendiendo a generar espacios de no negociación posible en lo que concierne a mis hijos…
gracias por escribirlo!
Gracias, Nohemí!! me encanta leer tus verdades a voces!! un abrazo
Isabel.
Gracias,de verdad. Esto era lo que necesitaba leer hoy para animarme el día. Hoy, 14 meses después de mi último parto he vuelto de rutina al ginecólogo de toda la vida(incluso yo nací con él ). Lo que iba a ser una consulta normal se convirtió en un monólogo lleno es reproches, por estar aún dando el pecho a mi hijo, llegó a decirme, no sólo que era una aberración, sino que yo ya estaba mayor para eso( tengo 38 años ). Salí mal de allí, y llevó todo el día pensando en ello, pero la conclusión es que es mi cuarto hijo,el que más lejos ha llegado con LM esto nos hace felices a los dos, así que soy yo la que decide. Seguiremos así el tiempo que el y yo queramos. Saludos
Hola Cristina:
Ese es uno de los puntos en cuestión… qué hemos hecho para que ese señor se crea con la potestad de reprocharte nada… y lo de la edad… es para morirse… o como dice una amiga mía: «Señor dame paciencia que si me das fuerza lo mato» 😛 Digo yo que si asistió tu nacimiento… más mayor está él no??? (me falta el emoticono cabreado)
Al final es misoginia pura y dura…
Y yo, ya puestos a ponerme dura es que a un «señor» que me habla así… lo mínimo que hago es callarme e irme… y por supuesto no volver nunca más… Pero entiendo también que el proceso de poner freno a los dema´s en cada caso va a un ritmo…
Tú actúa como creas… pero sigue con la teta… como si queires empatar a tus nietos, tras tus hijos…
Nunca dejarás de sorprenderme!!! GRACIAS!!! Cuando día a luz de mi segunda hija en mi casa, el SAMUR me llevó a la Paz. Soy consciente de que «dejé» que me llevaran… Tenía una grandísima curiosidad, por llamarlo de alguna manera por conocer cómo era lo que yo tanto y tanto había estado evitando durante mi embarazo y lo que sabía que NO quería bajo ningún concepto en mi parto. (ya tuve suficiente con el primero)…
Cuando durante la noche metí a mi hija en la cama del hospital conmigo (como sigue desde el día en que nació), en lugar de en su nido debí causar gran sorpresa en la planta. En el transcurso de la misma noche vino a verme 3 veces la misma enfermera y finalmente 2 veces la enfermera jefe. A las 3 de la mañana me dijeron que «bajo mi responsabilidad» mi hija se quedaría donde estaba…. tal y como yo había insistido. (La situación me parecía cómica pero tristemente real). Me despertaron en cada ocasión. En realidad, me dieron por imposible… pero es que mi hija no estaba bajo mi responsabilidad desde que salía por la puerta del hospital.. mi hija estaba bajo mi responsabilidad desde que estaba en mi vientre, desde que nació y hasta que ella misma sea responsable de sus actos.
Sus paternalismos y todos los que observé a lo largo de mi afortunadamente corta estancia llegaban de todas partes… hasta la señora que fregaba el suelo me decía que no cogiera a mi hija en brazos… En fin… que efectivamente TENEMOS que aprender a que otros NO TIENEN autoridad sobre nosotros… salvo la que nosotros mismos les demos!
Un abrazo!
Excelente como siempre Nohemi, como se dice por acá, la sacaste del estadio.
Me encanta que siempre y de todas las maneras posibles se reivindique nuestro poder de ser padres, nuestra autonomía, nuestro derecho a hacer lo que mejor creemos y sentimos por nuestros hijos. Da pena que esto tenga que ser necesario, pero en la sociedad en la que vivimos, donde todos van ciegos detrás del rebaño haciendo las cosas sin cuestionarse nada… ESTE TIPO DE ANUNCIOS ES MUY IMPORTANTE, y seguro que varias, y varios, por no decir muchos, están abriendo los ojos, y no lo hacen ver, después de un tiempo de leernos, de seguir buscando de TOMAR EL PODER de sus vidas y sus decisiones.
Y te entiendo cuando dices lo de «la rara» yo también soy de esas, y en realidad que es mas fácil… jejeje
Un beso Guapa, Ya llego el pedido a Valencia, me muero de ganas por tenerlo ya conmigo.
Por supuesto que lo comparto …
Yo NO VOY tampoco a donde no pueda ir con mi nena. No me ha pasado aún, pero desde luego si algún día me invitaran a la típica boda donde prohíben llevar niños, ahí se quedaban. Qué manía con separar a los niños como si fueran estrobos.
La única autoridad sobre mí la tiene mi nena, que anda que no manda jijijiji…
Gracias por este artículo, Nohemí, eres toda una inspiración.
Hola Nohemí:
Me ha emocionado mucho tu escrito y tus comentarios. Por lo general nos caracterizamos, en muchas ocasiones, por olvidar lo malo y quedarnos con lo bueno. Yo no puedo quejarme de mi parto, porque fué bastante bien, pero desde hace algún tiempo, en lugar de olvidar lo malo, cada vez me acuerdo más de ello: una matrona estúpida me rompió la bolsa sin preguntar ni informar, fuí yo la que preguntó si es que me iba a hacer tal cosa, a lo que ella me contestó que de lo contrario cómo pensaba ponerme de parto (supuestamente me quedé ingresada porque ya estaba en ello); le dije que necesitaba ir al baño y se olvidó de mí, tuvo que ser en el último tacto, que la ginecóloga vió que no paraba de salir pis; me pusieron oxitocina para «ayudar» sin decirme ni preguntarme nada y por último no pusieron a mi hijo sobre mí cuando nació, se lo llevaron a un lado para «las rutinas» mientras yo no paraba de preguntar que porqué no me lo traían e intentaba volver la cabeza hasta lo inverosímil para verle.
Dicen que el tiempo lo cura todo, pero en mi cado, las cosas cada vez las tengo más en mente.
Hola, al leer tus comentarios me hace recordar muchas cosas que he tenido que pasar con mi hijo, la verdad es que las madres hay momentos en que nos dicen » no se puede entrar con niños», pero hay veces que no tenemos quien lo cuide en casa y pues prefiero entonces quedarme en casita con mi bebe.
chapó!!!!
Felicidades. Es un texto muy revelador, la verdad es que muchas veces nos dejamos llevar y no nos paramos un momento y pensamos que estamos haciendo y por qué. Yo, como muchas otras primerizas «pagué la novatada». Lo que tengo claro, analizándolo a posteriori, es que a mi no se me respetó ni en el parto ni en la estancia tras la cesárea. Desde la enfermera que me puso «un calmante para que me relajara» y que luego resultó ser un calmante para pararme las contracciones hasta el cambio de turno (entré de madrugada) hasta el celador que cada vez que metía a una compañera en la habitación entraba encendiendo las luces y metiendo ruido aunque fueran las 3 de la mañana y mi hijo y yo estuvieramos durmiendo (con el consiguiente susto para ambos además teniendo en cuenta que yo estaba machacada y agotada por la cesárea).
me has recordado, estando en mi baja maternal ¬¬ me ponen reunión de trabajo en Madrid..con todos los jefazos…pues esta claro YO TAMPOCO PREGUNTE, me presente con mi bebe, justo os acaba de conocer y lo lleve en la bando y engancho a la teti …si lo sabian, habia sido madre y no me iba ha dejar ni al cachorro ni las tetis en casa jajjajaja….Pero fue una grata sorpresa, recibi sonrisas y miradas de complicidad, de los hombres y contrariamente en los pasillos miradas de alucinas de unas cuantas lobas ;-P …rancias que compiten he intentar trepar
Un beso guapa y gracias por tus reflexiones, que las hacemos nuestras
Me ha encantado.
Muchas gracias por tu reflexión.
Un abrazo, guapa.
Por aquí yo sigo esperando…
Irene
Genial, Nohemí. Me has recordado la bronca que tuve en septiembre con la que iba a ser la profe de mi hija pequeña en la guarde… fui la única que se presentó con peque y no hubo forma de negociar, «la norma es que no pueden venir y no puedo hacer diferencias», «hay papás que no han venido porque no tenían dónde dejarles», el supuesto agravio comparativo, etc. etc. A regañadientes, la dejé con su papá y su hermana mayor fuera del aula.
Finalmente no está yendo a la guarde, claro.
Ayyy solo puedo repetir lo que te han dicho ya, es un placer leerte, otro conocerte y uno mas el considerarte amiga.
Gracias.
Maravilloso artículo, si señor!!!!! Me siento totalmente identificada. Soy de las que va por el mundo con mis tres niños a la espalda y lo cierto es que he vivido un poco de todo. Entiendo que hay sitios que no son «kinderfreundlich» así que a mí tampoco me ven por ahí. En cuanto a la autoridad que otros tengan sobre tí, tienes toda la razón. Me ha costado descubrirlo pero ahora no hay quien me «doblegue». De todas formas creo que muchas personas se adaptan a la situación porque así delegan sus responsabilidades a las figuras autoritarias. Yo misma he tenido esta actitud y me ha costado (y dolido) darme cuenta. Es mucho más dificil ir por la vida siendo tu propio jefe. Enhorabuena por este artículo. Si no te importa lo comparto en FB
como me ha gustado nohemi….
llevo esa espinita clavada desde el dia que fui mama,que te lo arrancan para hacerte pruebas,y que lo sacan de tu habitacion para que descanses!!………
me duele el corazon y me daria de tortas por consentirlo en su dia,ya no lo consiento mas.
me encanta ver que hay gente que funciona como yo,o que lo intenta.porque la mierda de sistema que hemos montado hace que tengas que luchar para conseguir cosas que deberian ser obligatoriamente asi.
un abrazo
Yo, por no pecar de soberbia, escucho los consejos de los demás, pero desde un tiempo a esta parte, ya no los tomo como la «palabra sabia». He llegado a la conclusión de que si tantas «palabras sabias» han construído un mundo tan inhumano, tan injusto, tan cruel, no deben saber tanto o más que yo. Y en todo caso, me quedo pensando (porque no me las sé todas), y lo discuto con mi pareja, realmente escuchándonos. Y a veces es difícil, pero saben qué? se me hace más difícil enfrentarme a otras madres con niños como los míos; son ellas las que no soportan que uno no los lleve en cochecito, que uno no les corte la teta después de los 6 meses, que cuidemos de que se alimenten sano, que vean poca tele, que no los mediquemos por cualquier cosa, que querramos partos vaginales, que duerman con nostros! Tenemos que aprender a escuhcar nuestra VOZ INTERiOR, que suele tener mucha más razón que la voz de los demás, el problema es que muchas veces tenemos que ir despertando esa voz, porque está dormida, pero está ahí, presente!
Gracias Nohemí, leerte es como verbalizar lo que llevo dentro, es mi lucha contracorriento en la que gracias a mujeres como tu, no me siento sola. Gracias por tu gran labor y por compartirlo con todas.
EXCELENTE ARTICULO!
Pero que dificil es empoderarnos de nosotras mismas y con ello de nuestros hijos frente a una familia y sociedad (machista) e intolerante para con la energía creativa de los niños, incluso se da a veces en la comunidad espiritual.
Mi hijo es bastante inquieto, de pequeño lo lleve a lugares como ensayos de musica y he tenido algunos problemas con gente que me ha pedido que no lo lleve…
ahora que ya tiene 4, he optado por decidir previamente si es adecuado llevarlo a algunos lugares como meditaciones, etc. lamentablemente no lo paso bien yo y creo que los demas tampoco… que mas puedo decir… con dolor… me han tildado de inconciente al llevarlo incluso amigas mias…
Agregale que estoy separada… a veces mama y papa se complementan para ser un escudo de fuerza familiar…
Acepto todo como aprendizaje de ser madre y agradezco incluso a aquellos que me han dado vuelta la cara, porque de eso tambien aprendi y me fortaleci:)
Dios bendiga a todas!
Y el sistema educativo va por el mismo camino? Esto no lo he entendido.
Me ha encantado tu reflexión. Hace falta ser muy valiente para seguir al lado de nuestros hijos cuando nos necesitan y el resto del mundo no parece entenderlo. Te ningunean, se ríen de ti, te tratan como si fueras estúpida cuando vas a un hospital y no sueltas a tu hijo de los brazos. Yo también pasé por una experiencia parecida, y aunque estaba segura de que no me iba a dejar quitar a la niña, las discusiones con el médico se sucedían una tras otra, hablándome como si yo fuera idiota y él tuviera todas las respuestas. No consiguió quedarse solo con mi hija pero estuvimos discutiendo paso por paso cada cosa y la niña llorando a moco tendido por el ambiente que se genera, la tensión a la que te someten a ti y a tu hijo… es horrible.
El mundo tiene mucho que evolucionar y gracias a personas como tú, abriéndose paso y diciendo las cosas sin pelos en la lengua, lo conseguirá sin duda alguna.
Besos!!
Me encanta y llega justo a tiempo. Comparto! Besos!!
ay q buen articulo, me siento tan identificada y me recuerda las constantes palabras de mi madre «para algunas cosas sos tan rebelde y para otras te dejas hacer sin quejarte» cuanta verdad. me pasa con mi hijo y conmigo,q a veces no se como decir q no, mas frente a una autoridad como los medicos q siempre te dicen q obran x tu bien ya veces te hacen tan mal…
recorde una vez q lleve a vacunar a mi hijo (una vez mas encontra de mi voluntad) y tenia 1 vacuna atrasada y encima habia una campaña contra no se q y le pusieron 4 vacunas juntas….que dolor… mi bb no camino x 2 dias, y yo llore y llore y encima mi madre diciendome como dejaste q le hagan eso… pero es q me lo sacaron de las manos y no supe decir q no 🙁
y ni hablar del parto, en el que me maltrataron de todas las maneras y me hicieron cosas q no permitiria nunca mas me hagan….
Gracias, Nohemi!!! Verdad como un templo!!!
Un abrazo grandote!!!
Excelente reflexión. Yo también soy de las que llevo mis dos hijos a cuestas.
Creo que les damos el poder de nosotros a los otros porque vivimos en una sociedad paternalista.
Aquí hablo acerca de ella en relación a la educación , pero en realidad se puede transportar a casi cualquier aspecto.
http://aprendiendoaser.wordpress.com/2010/10/12/sociedad-paternalista-y-educacion/
Acabo de llegar a este artículo via EPEN, y solo quería comentarte que es estupendo. Una verdad como un templo- Yo también soy de las que han dejado hacer cosas por no plantarme…y me sigue pasando. es tan complicado ir chocando y discutiendo todo, sobre todo cuando llevas toda la vida ejerciendo de niña pequeña por el mundo…La verdad es que ya es hora de que sea adulta, para todo y si es necesario, contra todos.
Nohemí, muy bueno el artículo, gracias por compartirlo! Cada vez que voy a l pediatra me dice»»hasta cuando le vas a dar teta?, » le dije que le iba a seguir dando y me contesta :» ueno, te doy tiempo hasta los 18 meses»…Es increible esta hegemonía médica que quiere imponerte COMO SE DEBEN hacer las cosas, claro..porque son ellos los que tinen el poder? (ironicamente lo digo) son ellos los que hace años ven niños y entonces «saben», pero cada SER es UNICO, cada uno tiene sus tiempos y nada como cada mamá que es quien verdaderamente conce a su hijo.
Gracias y besos!
Cuanta verdad!!
Yo tuve que ir al hospital de urgencias con mi hijo mayor por una brecha en el parpado y fui con mi peque de 15 dias. Me preguntaron que por que no lo dejaba con alguien, las propias enfermeras!! Les perfore con la mirada y les dijeque tenia que darle el pecho a demanda y no me iba a separar de el. Permaneci al lado de mi mayor tooooodo el rato, incluso dandole pecho al enano y tampoco lo deje a solas con los 3 enfermeros y la cirujana mientras le ponian el pegamento.
Que mania con querernos separar con eso de «sal de la sala que lo vas a pasarmal» peor lo va a pasar mi hijo si no estoy yo y le asustais agarrandole… Por suerte la pediatra era un amor y ella misma tambien se lo iba explicando todo…
qué buen escrito Nohemí, toda tu reflexión es muy cercana a cada una de nosotras y definitivamente tenemos que empezar por dejar atrás el ciclo que construyeron nuestros padres con nosotros, dando autoridad a extraños sobre nuestra crianza y cuidado. Aclaro, imagino para mi caso, que mi madre lo hizo con el más grande amor del mundo sin darse cuenta de las consecuencias, pero por la misma razón, es el hacer conciencia sobre la experiencia lo que nos permite romper el ciclo. Tu escrito ha sido hoy una invitación para mi, para pensarme como mamá y para darle la oportunidad a mi hijo de vivir con una madre más empoderada de su propio rol.
Un fuerte abrazo!!!
Maravilloso!!! nunca lo había pensado así, pero tienes toda la razón!!! Nosotras nos abrimos nuestro propio espacio, el que nos merecemos sin consultarle a nadie!!! Muchas gracias por esye post.
tengamos eso claro, desde el primer día de nuestras vidas (en la que las guardianas de que no nos impongan esa autoridad somos las madres) hasta el último. gracias Nohemí!
Muy buen artículo. Yo en mi segundo embarazo llevé a las clases prepatro a mi niña de año y medio. La matrona me llamó la atención. Ni que decir tiene que no volví.
Gracias Nohemí
Tu post me da para reflexionar y hacer algunos cambios. Así como en el embarazo y en el parto tenía muy claro que no iba a permitir intromisiones ahora, con el peque en brazos, me corto de ir con él a algunos lugares “por no molestar” y me veo pidiendo permiso para traerle conmigo o disculpándome por no poder “seguir el ritmo”. Voy a comenzar a respetarme más y a hacerme responsable del bienestar mio y de mi hijo en lugar de dejarlo en manos ajenas.
Abrazos responsables!
😉
Hola de nuevo! He estado leyendo el comentario en el que hablas de tu 2º embarazo y me has dejado sin palabras; de verdad que según iba leyendo tu comentario se me han puesto todos los pelos de punta y se me han saltado las lágrimas; no consigo ni imaginarme el dolor que tiene que ser que se muera tu bebé, el que ya no te dejen llorarlo, sostenerlo y despedirte de él me parece CRUEL e INHUMANO (sí, en mayúsculas)
Tus palabras, me han emocionado, me han hecho recordar momentos en los que me callé (y me pesan como cruces), también otros en los que no dejé que mandaran sobtre mi y mis hij@s.
Ahora ya son más mayores, 9 y 14, y tu reflexión me ayuda, me sirve, me anima. Gracias. Y gracias a Rosa Elena por darme a conocer tu blog.
Montse
Wow qué fuerte… antes de ayer llevé a mi bebé de 2 meses a emergencias porque tuvo un episodio de llanto inconsolable durante 4 horas y yo casi enloquezco, por miedo a que fueran los oidos (ya que no se veía nada malo por fuera y no tenía fiebre) lo quise llevar al médico. Caimos a las 3 am y cuando vamos a pasar mi marido y yo, me dicen en la puerta: PUEDE PASAR SÓLO UNO CON EL NIÑO. Aclaro que emergencias estaba VACÍA, o sea que no hubiera importado si entraba mi marido o no, pero a mí y a él (y a nuestro bebé quizás también) nos hubiera importado! Y no tuve la fuerza de decir nada, ni siquiera se me ocurre qué decir en esa situación, si me responden que «es la política»? Y si no me dejan entrar? Ya sé que son tonterías, pude haber dicho «la política de mi familia es hacer las consultas de nuestro hijo juntos» pero no tuve el valor… El asunto es que entré yo sola y todo el tiempo sentí que necesitaba a mi marido al lado :'( y el pobre preocupado afuera, mandandome sms preguntando cómo iba todo porque demoramos un rato largo (lo revisaron de pies a cabeza muy concienzudamente, de eso no me puedo quejar) gracias a Dios mi bebé no tenía absolutamente nada malo. Pero me sentí desgraciada.