«Un cachete, una tortita, una nalgada, eso no es violencia.
Son toques de atención.
No pretenden infringir daño, sino enseñar.»
¿Os suenan esas palabras?
La definición de violencia, como otras muchas cosas, varía según el momento, la cultura, la educación, las vivencias personales, hasta según la religión e ideología política..
La realidad es que estamos tan rodeados de violencia que a veces cuesta identificarla.
Hay violencia disfrazada de humor, de autoridad, de respeto, de obediencia…
Incluso de amor.
Hay violencia también en la inacción
Si está en nuestra mano y además es nuestra responsabilidad cubrir una necesidad de, por ejemplo un bebé o niño, y no lo hacemos, eso es violencia.
Hace ya años acuñé esta frase como Widget para mi blog:
Llevo años escribiendo sobre este tema, en este artículo que escribí hace años ya explicaba mi opinión al respecto:
Los Derechos de Los Niños
(…) Incluso en nuestra sociedad civilizada donde todos luchamos por tener igualdad en los derechos y donde las mujeres hemos conquistado lo que nuestras antepasadas ni soñaron, aún nos queda una lucha pendiente : reconocer que los bebés y niños son personas y que como tales tienen derechos.
Derechos inalienables como los de los adultos, como los de las mujeres, como los de los ancianos, como los de los trabajadores, en definitiva, como cualquier persona, la incluyamos en el grupo que queramos. De hecho, las agrupamos así para ampliar los derechos que “per sé” tendrían que tener.
Porque sabemos que cuanto más vulnerable es un grupo, más se debe cuidar por sus intereses, de ahí que hablemos de los derechos de “las mujeres” o de “los trabajadores”… o de “los niños», cuando lo normal y deseable debería ser no tener que hacer distinciones. (…)
EL caso es que hoy al compartir esta entrevista a Rosa Jové en las redes sociales me encuentro comentarios como estos, que siguen apareciendo en cualquier lugar donde se publica algún artículo en contra del uso de la violencia hacia los niños, en contra del chantaje emocional o del consabido sistema de moda entre muchísimos educadores de «premios-castigos» o la «silla de pensar»
Pues a mí me dieron mi cachete a tiempo y ningún trauma ni nada…
Creo que se dramatiza demasiado con lo de «pegar» a los hijos. La cosa no es matarlo, es un toque de atención.
OS copio mis respuestas al hilo… con el ánimo de incitar a a reflexión:
- Nohemí: …el hecho de que justifiques la violencia con alguien en inferioridad de condiciones es una muestra de que sí te afectó.
¿Qué te parecería que el estado aprobara que la policía diera «toques de atención» a los ciudadanos que no se comportaran como ellos creen?
Si un adulto ha de recurrir al cualquier tipo de violencia con un niño el que necesita un toque de atención es él.
La violencia aparece cuando no hay otros recursos, y aparece con facilidad porque la tenemos interioirzada, porque la usaron con nosotros.
Hay dos vías, o lo aceptamos y decidimos no seguir o la justificamos… el síndrome de Estocolmo de toda la vida.
- Comentarista 1: Ese ejemplo que has puesto no me vale, Nohemi. Es evidente que un adulto no tiene la misma capacidad de razonamiento que un niño, sino, por qué no se les permite a los niños entrar a casinos o conducir? Y no hablo de violencia. Yo, la violencia la veo como hacer daño a alguien realmente, un daño grave. Si a mí de pequeño me dijeron que no tocase ese jarrón y yo lo cogí y se rompió y me dieron una torta en el culo por ello y me mandaron a mi cuarto a pensar el porqué de esa reprimenda, no es violencia. Porque cuando entendí que cuando me dicen algo, tengo que obedecer, que para algo son mis padres, no hubo nunca más un sólo golpe.
- Nohemi: Entonces si un niño no puede razonar ¿por qué le mandas a pensar? o sea le castigas por no hacer algo que no puede hacer.
Las tortas en el culo SÍ son violencia, como un insulto o un desprecio. Y además te recuerdo que ES DELITO.
Y así nos va por aprender a obedecer a quien tiene la autoridad de castigar en vez de educar en la responsabilidad personal. A lo que se aprende no es a distinguir lo bueno de lo malo sino a evitar el castigo.
Me gustaría que mis hijos aprendieran a ir por la vida del mejor modo respetando al prójimo, y para eso, lo primero es que sientan que ellos también son respetados.
Si yo le doy una torta al mayor para enseñarle, el mayor lo hará a su vez con la pequeña. Le enseño que el grande tiene autoridad sobre el pequeño. No es eso lo que quiero para mis hijos.
De todos modos repito: es un delito. Igual que que te den a ti una bofetada. Los derechos de las personas no dependen de su edad.
En algunas culturas los hombres «aman» a sus esposas y se permite darles una torta si hacen algo mal. La cuestión es Tolerancia 0 a la violencia.
A cualquier violencia. Y un cachete, una nalgada, un grito, un insulto, un desprecio, el abandono… eso es violencia
NO se trata del resultado final porque en eso confluyen muchos factores, sino en el derecho a ser respetado en cada momento de su vida.
Nadie merece un insulto, ni un golpe físico, ni ser ridiculizado… y lo que nunca le haríamos a otro adulto, se lo hacemos a nuestros hijos. Es motivo de reflexión al menos ¿no crees?
- Comentarista 2: Un cachete a un hijo en un momento puntual no es violencia, y puede no ser una una falta de respeto.Este papanatismo se lleva a demasiados ámbitos y así nos luce.
- Nohemi … si el cachete te lo dieran a ti ¿qué sería? ¿Si te lo diera tu marido? ¿O un desconocido? porque no entiendo la diferencia.
Este debate será eterno mientras entendamos que cuestionar cómo fuimos criados no significa juzgar a nuestros padres y reprocharles, seguramente en la mayoría de los casos hicieron lo que pudieron con las herramientas de que disponían y con sus propia carga de vivencias. Pero una cosa es no juzgar y otra cosa justificar y aplaudir.
A mí me pegaron y estuvo mal
A mí me ignoraron y estuvo mal
A mí me insultaron y estuvo mal
A mí me gritaron y estuvo mal.
A mí me hicieron callar infinitas veces con la frase: «Tú te callas que de eso no sabes», y estuvo mal
A mí me dijeron que era muy responsable y que cuidaba muy bien de mis hermanos echándome una carga que no me correspondía, y estuvo mal
A mí me amenazaron y chantajearon verbal y emocionalmente , y estuvo mal
A mí me dejaron sola cuando debería haber tenido la supervisión de un adulto que me cuidara y evitara estar a merced de depredadores y eso estuvo MUY MAL
Y yo a día de hoy que soy madre veo todas esas actitudes en mí, y es una lucha constante actuar de otro modo. Pero no voy a justificar esas conductas por muy mayoritarias, asumidas, aplaudidas, o cómodas que sean:
ESTÁN MAL. Son VIOLENTAS. ES VIOLENCIA
violento, ta.
1. adj. Que está fuera de su natural estado, situación o modo.
2. adj. Que obra con ímpetu y fuerza.
3. adj. Que se hace bruscamente, con ímpetu e intensidad extraordinarias.
4. adj. Que se hace contra el gusto de uno mismo, por ciertos respetos y consideraciones.
5. adj. Se dice del genio arrebatado e impetuoso y que se deja llevar fácilmente de la ira.
6. adj. Dicho del sentido o interpretación que se da a lo dicho o escrito: Falso, torcido, fuera de lo natural.
7. adj. Que se ejecuta contra el modo regular o fuera de razón y justicia.
8. adj. Se dice de la situación embarazosa en que se halla alguien.
Y vosotros, ¿Qué opináis?
¿Reconocéis la violencia no tan evidente que se ejerce contra los pequeños?
Me gustaría leer vuestros comentarios al post <3
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