Nagore es una mujer valiente que lo ha pasado muy mal con el fracaso de su lactancia. Pero Nagore ha hecho su duelo.

Tenéis su relato aquí. Curiosamente es la entrada más leída del blog en el 2013 relacionada con la lactancia y la 3ª de todos los temas.

Su historia, y las reacciones a su historia me demuestran que no me equivoqué cuando abordé este tema de la forma que creía necesaria.

Seguimos empeñados en no entender qué supone la lactancia para el ser humano, para el bebé y para la madre y en no ver las connotaciones profundas de este proceso. Por eso decidir hacerlo o no hacerlo va más allá de la calidad de la leche que le damos a nuestros hijos.
Por eso este tema siempre levanta ampollas.

Por eso se usa este tema como reclamo de unos y otros bandos para defender, atacar, cuestionar, acusar, justificar, abanderar… para casi todo.

No hay mujer que escriba en la blogosfera que no haya tocado este tema. Cada una desde su óptica, desde su propia visión y experiencia,  desde sus propios prejucicios… Otras desde una óptica más profunda o más amplia.  Algunas  hemos intentado ayudar a las que lo necesitan,  y muchas aún se siguen tomando esapropuesta de  ayuda como ataques.  Recientemente hemos visto cómo se usa el amarillismo en titulares para hacerse ver declarándose abiertamente «en contra» de amamantar.

Somos aún muy inmaduros lanzando nuestra propia herida primal hacia los demás.  Quizás por ser conscientes de eso algunas personas dedicamos nuestro trabajo a que los adultos de mañana lo tengan un pelín más fácil que nosotros.

A muchas de  las que nos parece primordial la lactancia lo que más nos importa no son precisamente esas lactancias, sino las personas y su bienestar.

Es una realidad que muchas mujeres no quieren dar teta.  Del mismo modo que muchas no quieren hacer otro montón de cosas. Aunque hay una diferencia entre unas decisiones y otras, no voy a repetir más lo de que esa decisión casi nunca se toma en total libertad porque no hay información total.
Hoy hablo de la realidad de las que quieren. De las que querían. De las que quisieron. De esas que lo intentan con todos sus medios y no lo consiguen.

Nagore es para mi el ejemplo de que generalizar es una solemne estupidez. La lactancia como todo proceso humano es multifactorial y a veces no sabemos por qué no se conjugan para ser exitosa.

Ella ya os contó su caso, ahora, tras meses de recibir mensajes y comentarios y miles de visitas a su post… os quiere decir algo y tengo el honor de que me use a mí como transmisora.

Gracias Nagore por mostrar que las guerras y los bandos siempre dejan muertos. Gracias a ti y todas las madres como tú que me he cruzado en estos años por contribuir a ser mejor asesora.

Me emocioné con cada comentario, me sentí escuchada y abrazada.

Sentí que no estaba, que no estoy, sola y que ese dolor, tan incomprendido en mi entorno cercano, tiene razón de ser como lo muestran otras experiencias (por desgracia, claro; no es que me alegre o consuele porque otras mujeres lo hayan pasado mal).

Me sentí aliviada por el poder de poner por escrito ese dolor y también por dejar salir algo que me ahogaba.

Agradecida porque otras mujeres dedicaron un rato de su tiempo a acogerme virtualmente.

Y reconfortada al saber que con nuestra historia había ayudado, aunque fuera un poquito, a otras madres.

Eso es mucho, porque hace que mi fracaso no sea estéril.

Gracias a todas, y un abrazo. 🙂 🙂 Nagore