Cuando alguien quiere criticar sin argumentos lo que suele hacer es usar su rol de cierta autoridad para disfrazar su opinión totalmente cargada de prejuicios y miedos personales como dictamen. Si además es un profesional relacionado con la ciencia, la bata blanca creen que les sirve para justificar cualquier cosa que ellos crean como un dogma. Sustituimos la creencia ciega en la religión por la creencia ciega en el nombre de la ciencia ( aunque no haya nada de científico en su exposición)

 

Es el caso del Dr. González Cano, pediatra autor de  Víctimas de la lactancia materna.   Me parece increíble cómo alguien con tan poco conocimiento  de la fisiología humana se haya pasado 30 años ejerciendo de médico, y lo peor, continúe en activo.

Leo  estas afirmaciones en ElDiario.es:

Dar el pecho es una “esclavitud” para la madre, y es una fuente de “excitación sexual” para ella cuando se prolonga más allá de los tres o cuatro meses. Son algunas de las afirmaciones del libro “Víctimas de la lactancia materna”, firmado por un pediatra del Hospital General de Castellón, José María González Cano.

En el interior del libro, el pediatra afirma que la lactancia causa “excitación sexual” en las mujeres. Ante esto, «la mayoría de las madres mienten cuando se les pregunta», aunque otras «lactivistas radicales» plantean «con toda naturalidad y crudeza la relación sexual madre-hijo». El autor, además, destaca «lo que puede suceder en aquellos casos en los cuales las propias madres se exictan sexualmente con la succión y se practica el colecho tan de moda hoy día. ¡Sin comentarios!».

Me gustaría explicarle a este doctor algunas cosas apelando a mi autoridad de mujer, madre y amamantadora, que es bastante más que la que tiene él en es tema

1-«El pecho es una esclavitud»

esclavitud.
f. Estado de esclavo.

f. Sujeción rigurosa y fuerte a las pasiones y afectos del alma.

3 f. Sujeción excesiva por la cual se ve sometida una persona a otra, o a un trabajo u obligación.

Usar esa expresión denota, como ya es habitual en usted una falta de respeto supina. Igual usted opina que estar disponible para alimentar a un bebé al ritmo que este necesita es una esclavitud, usted sabrá qué carencias tiene  que le hacen ver la crianza de los hijos de ese modo.

En esta relación usted pinta a las madres como víctimas de sus bebés y no me veo yo a los bebés usando algún tipo de poder para someter a sus madres. Salvo claro está, el que biológicamente, trae el ser humano de serie. No sé si usted conoce los comportamientos neuroendocrinos que se dan entre madre y bebé para instaurar y mantener la lactancia.

No conozco a ningún bebé que obligue a su madre a que le amamante, por el contrario,
las madres tienen todas la capacidad de decir «No» cuando quieran.

Infancia en las institucionesEso no es esclavitud señor González Cano. Si acaso voluntad de criar, que es lo que hacen todas las hembras mamíferas para mantener vivas a sus crías. Criar hijos es cansado, sí, y agotador sí  y no hay fiestas ni fines de semana. Pero eso no cambia aunque les destetemos, a no ser que promulgue usted junto con el destete la institucionalización del cuidado de nuestros bebés.

A algunas lo que nos parece una esclavitud es estar sometidas a políticas anticonciliación, sobre las que no le he oído a usted manifestarse, o a empresarios sin escrúpulos que siguen considerando la maternidad una lacra profesional. Esas mujeres sí son esclavas, pues por un sueldo que necesitan, se ven obligadas a tomar decisiones en contra de su voluntad.Eso es sometimiento, no que una madre ponga su cuerpo a disposición del de sus hijos.
Y a muchas lo que les parece una esclavitud es tener que pagar por un sustituto del alimento que su cuerpo produce «de serie», con muchísimos riesgos añadidos para la salud de sus hijos.

2- «La Lactancia  es fuente de excitación sexual»

Pues sí, mire usted.
Es que resulta que por si no lo sabía, la lactancia es una faceta más de la sexualidad femenina, como la menstruación, el embarazo y el parto. Claro que usted debe ser de los que cree que la sexualidad es sólo el coito, a ser posible con el marido, la luz apagada y en la posición del misionero.
Pues lamento sacarle de su mundo machista y obsoleto Sr. González.

Las mujeres experimentamos excitación en muchos momentos de nuestra vida
y fíjese que en muchos de ellos no hay ni varón, ni coito.

Resulta que Dios, o la madre naturaleza, o la evolución o las diosas de la tierra nos dotaron de un cuerpo maravilloso. Con pezones que son zonas erógenas, en los cuales aumentan los receptores de oxitocina ya desde el embarazo, y espero que sepa usted qué cosas provoca la oxitocina, señor doctor. Sí, eso, es la hormona que hace que tengamos orgasmos. Y podemos tenerlos, afortunadamente, sin señores como usted,  sin coito . A veces incluso sin contacto propio.
¿Sabía usted que las mujeres podemos excitarnos sólo con el pensamiento? Bueno, de hecho, podemos hombres y mujeres. Vamos, inténtelo, e igual recuerda alguna ocasión en la que usted mismo sintió excitación sexual por una mirada  o una visión.

¿Sabe usted? Yo soy quiromasajista, y cuando ejercía, era habitual que al dar masajes a hombres, por el simple vaivén sobre la camilla, aunque estuviera yo masajeando su espalda, se excitaran. Eso nos lo advertían ya en la academia. Más que nada para que entendiéramos que el cuerpo reacciona a ciertos estímulos, a veces de forma involuntaria.
No estaría de más que revisara usted alguna enciclopedia de anatomía y recordara cómo funciona el cuerpo humano.

Al parecer a usted le escandaliza que las mujeres podamos sentir placer mientras amamantamos porque claro, entre otras cosas, eso aún no ha conseguido copiarlo ninguna compañía de alimentación artificial.

Pero tranquilo, porque ¿sabe? La pena es que no les pasa a todas y  a las que nos pasa, no nos pasa todo el tiempo.
Yo llevo 9 años menos 15 día amamantando ininterrumpidamente y créame que ese placer lo he experimentado menos de lo que desearía. Y algunas mujeres, no es que no lo reconozcan, es que no lo han sentido.

Imagino que porque lo difícil no es amamantar  sintiendo placer, lo difícil es hacerlo en un mundo con pediatras como usted, con embarazos medicalizados que nos alienan, con partos robados, traumáticos que nos hacen desconectarnos de nuestros propios cuerpos, con consejos irreales sobre cómo no atender al bebé en sus demandas, con machistas como usted que criminalizan el deseo de las madres de amamantar y la posibilidad de experimentar placer con ello.



Nosotras no nos avergonzamos de nuestra sexualidad Sr. González Cano, en ninguna de sus manifestaciones. 
No tenemos complejos, ni de Edipo, ni de Electra.
Sencillamente no arrojamos nuestros propios tabúes en los demás.
Ni nuestras carencias en quienes viven satisfechos.

3- «Algo horrible podría llegar a pasar»

Es usted tan despreciable que se atreve a insinuar » que algo horrible podría llegar a pasar» en los casos en los que las madres  se excitan con la lactancia y colechan . Sea usted claro y atrévase a pronunciarlo.  Para acabar de retratarse como lo que es.

Igual no sabe lo que es la violencia de género y que la inmensa mayoría del maltrato intrafamiliar lo comenten los padres. Igual no sabe que un vinculo estrecho entre madre e hijo es un factor preventivo de la violencia y el maltrato. Igual no tiene ni idea de que sexualidad no es lo mismo que sexo y peor aún, no sabe distinguir una relación sana entre madre e hijo aunque haya corporalidad entre ambos.

4- «Lactivistas radicales»

Usted nos llama «lactivistas radicales» como queriendo ofendernos pero la verdad es que nos hace un favor.

  • Nos da la oportunidad de dejar claro ante toda la opinión pública el tipo de profesionales con que nos encontramos a veces.
  • Nos da la razón cuando decimos que las empresas de alimentación artificial les tienen de apóstoles de su marca.
  • Nos da la razón cuando denunciamos que los fracasos de la mayoría de las lactancias no son por causas inevitables sino por personas como usted.
  • Nos da la razón cuando decimos que la lactancia es cosa nuestra.
  • Y sí en algunos temas, mire usted por donde, soy muy muy radical.

Soy radical con la violencia y soy más radical aún con las mentiras y el abuso de poder.

Usted usa su posición de «poder» por su título para afirmar opiniones fuera de toda ciencia, y lo que es peor, para intentar lucrarse con ello. Así que sí, en eso tiene razón, prefiero ser una lactivista radical que una mercenaria de la salud. Sin duda las lactivistas radicales, aparte de chafarle a usted la presentación de su libro conseguimos lactancias placenteras

 

Nosotras seremos recordadas como colectivo por defender la práctica más importante de promoción de la salud pública, usted por todo lo contrario.
¿Quién da más pena aquí

Firmado
Nohemí Hervada
Madre que colecha, amamanta, y a veces, sólo a veces, muy a mi pesar, experimenta excitación sexual

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